sábado, 23 de noviembre de 2019

¡Dios mío…




¡Dios mío… por qué nos has abandonado!


¡Dios mío!
¿Por qué nos has abandonado
en este mundo de amor vacío?

¿Cómo puedo escribir mi poesía,
si se ha destrozado
el alma mía?

Gente del pueblo que he querido,
ha robado,
ha saqueado,
ha incendiado
su nido…
matando sus propias esperanzas.

Matando nuestras confianzas
en un mundo mejor…
en un mundo lleno de amor.

¿Es que la droga los ha financiado?

¿Quién les ha pagado
para derribar…
destrozar…
arrasar…
asolar
lo que hemos edificado…?

¿Cuánto dinero han quemado…
que hubiera servido para vivir
o subsistir…
al desamparado?

¿Cómo puedo escribir…
esa poesía
que nace del alma mía…
si las turbas han destruido…
lo que hemos construido
con amor
y dolor?

¿Hasta cuándo,
seguirán
robando
esos que nos están
matando?

¿Acaso la democracia se defiende
sin tocar al delincuente
que no siente
ni entiende?

¿Es que amar
significa enseñar
sin castigar?

Esos nos están matando…
Nos están quemando…
Están dejando
sin nacer…
sin crecer…
al Chile que queremos…
al hogar que todos tenemos.
  
Acaso el dejar
sin detener…
a las turbas que salen a robar…
¿No es avalar?…
¿No es condescender?

¿Acaso todo esto no es una maldad
sin piedad?

Es cosa fea
lo que ha sucedido.

Ave de mala ralea…
es la que empuerca su propio nido.

Realmente es una desgracia…
ver morir así a nuestra democracia.



Humberto Silva Morelli


lunes, 18 de noviembre de 2019

Socialmente abusados …




socialmente abusados


Pobre seres
hombres y mujeres,
socialmente abusados …
deshonrados.

Pobre gente avergonzada
por haber sido ensuciada…
con su mente encarcelada
y torturada
hasta casi morir.

Pobre gente vencida…
castigada…
herida…
flagelada.

Pobre vida
dañada…
encerrada…
desdichada…
mancillada…
manchada…
maltratada…
desolada…

Pobre alma humillada
quebrada…
cercada…
violada.

Pobres seres desamparados
maltratados…
aterrorizados…
que hasta soñando en su casa
sienten la amenaza
que precede al terror…
por falta de amor.

Y pasan los años
sabiendo que ellos serán los olvidados…
y llevarán sus penas callados
llenos de desengaños…
sabiendo que sus torturadores…
que sus ofensores…
nunca fueron ni serán castigados…
nunca fueron ni serán condenados…

… … … …
… … … …


Nota:
Cuando escribí este poema, en Chile no existían leyes que castigaran estas conductas criminales y no lo publiqué, porque si pasaba lo que iba a pasar, yo, posiblemente, sería pato de la boda. Ahora existen las leyes, o nos preparamos para tenerlas, pero aun cuando hasta hoy existen estos abusos, no siempre son denunciados. Creo que, en los adultos, el temor a ser socialmente avergonzados, pareciera ser más fuerte, que el buscar la sanción para estos delincuentes. También creo que el tiempo solucionará este problema cultural y parece que el camino ha sido encontrado.

Lamentable las leyes para castigar estos abusos, no son universales. Lo mismo pasa hoy con “Los Derechos Humanos”. Hay gente en este mundo, que no tiene dinero para comer… y muere de hambre. En un tiempo más, eso no va a pasar... pero hoy pasa.

Humberto Silva Morelli

domingo, 17 de noviembre de 2019

Quería que me robaran…





Quería que me robaran…

Hace un par de días, me llegó por alguna red social, un escrito que decía algo así como: “Voy a salir… y dejaré en casa mi reloj, mi billetera y mis tarjetas de crédito, para que, si alguien me quiere robar algo, me robe a mí.” Y no encontré que este escrito era gracioso. La soledad no es graciosa. La soledad es muy triste. Y dentro de esta línea de pensamiento, recordé que unos trece años atrás, cuando yo sentí esa soledad, una niña llamada Ruth me robó un pedazo de mi corazón. Ahora ella guarda el mío, como yo guardo el que a ella yo le robé. Y este es un final feliz, para una historia que comenzó triste… y que ya no lo es… porque ambos vencimos a la soledad.

Humberto Silva Morelli

La partida de un alma querida…




La partida de un alma querida…

La partida
de un alma querida…
siempre trae dolor
de amor.

Con esa partida
uno siente la soledad
de la vida.

Uno siente la orfandad
de nuestra existencia…
y la banalidad
de nuestra demencia.

Mientras mayor
sea el amor
hacia lo que perdemos,
mayor
será el dolor
que tenemos.

Cuando esa alma se va…
Cuando esa alma ya no está
para contarle nuestras alegrías…
para contarle las penas de nuestros días…
o para reír
o sufrir
con nuestras tonterías…
llega la soledad…
llega la enfermedad
que mezcla nostalgia con melancolía…
que mezcla al olvido con los recuerdos del alma mía…
dibujados en una pared vacía.

Así…
sentí…
la partida
de esa alma querida.

Así
sentí.


Humberto Silva Morelli

sábado, 16 de noviembre de 2019

José Domingo Gómez Rojas




José Domingo Gómez Rojas
(Chile, 1896-1920)

M I S E R E R E

La juventud, amor, lo que se quiere,
ha de irse con nosotros: ¡Miserere!

La belleza del mundo y lo que fuere,
morirá en el futuro ¡Miserere!

La tierra misma lentamente muere
con los astros lejanos ¡Miserere!

Y hasta, quizás, la muerte que nos hiere
también tendrá su muerte: ¡Miserere!

lunes, 11 de noviembre de 2019

Mi despedida para David




Mi despedida para David…
 (Dueño, editorialista, periodista, editor del semanario "ANAJNU", y muy amigo mío)

Falleció mi amigo y compañero de ideales David Abodowsky. Era un hombre que nunca hirió a nadie. Era querido, era un demócrata convencido y un sionista de corazón. Gustaba de lo yo escribía, especialmente mi poesía, cuyo fondo es mi amor por lo bueno de la vida. Cuya forma es la libertad de mi pluma para cantarle a la belleza del mundo que me rodea y a criticar para mejorar lo que el hombre esclaviza, dentro de su egolatría. ¿Cuántas veces yo le conté mis penas y él sus alegrías? La última vez que conversamos fue por teléfono, el viernes en cuya noche falleció. Se estaba sentando para almorzar. El me lo dijo. ¿Y cómo quedaste David… después del tratamiento (quimioterapia)? Un poco cansado, después de almuerzo voy a reposar. Tienes que cuidarte. Y tú también… tienes que llegar a los 120. No lo creo… me faltan como 28 años y me siento con más de 100. Pero tienes que llegar a los 120 para que juntos los celebremos. Si es así… le haré empeño… termina el almuerzo y descansa… después te voy a llamar. Corté y como cinco horas después lo volví a llamar. Su teléfono no me contestó. Llamé después a Leito (Leonor) su señora y me dijo que él se había dormido y seguía descansando. Aliviado no lo volví a llamar. En la mañana del sábado 9 de noviembre de 2019, supe que su alma había partido para encontrarse con el Señor y con los ojos húmedos de emoción… yo rogué…

"Dios mío, lleno de misericordia, que moras en lo alto… que moras en mi cielo… otorga perfecto descanso bajo las protectoras alas de tu Presencia Divina a nuestro amigo y hermano en la Fe… David Abodowsky.  Por lo tanto, te pido… Maestro de la Misericordia que lo protejas para siempre, amparado por el refugio de tus alas, que cubrirán su alma con la manta de la vida. Por eso… querido amigo… la Eternidad será tu herencia… mientras tu cuerpo descansa pacíficamente en su lugar de reposo"… al terminar… lleno de tristeza… sólo dije Amén.

Después en el cementerio nuevamente lo despedí… y sólo el silencio me respondió. Sin embargo, creo que él, como yo… no querría que me recordaran con la tristeza de mi partida. Yo querría que me recordaran por el amor que he dado en vida. Yo querría que me recordaran con la alegría con que yo he vivido mi vida… aún dentro de los desastres cuyo dolor y por un tiempo, borraron de mi memoria, todo lo ocurrido. La vida es un don, que uno debe saborear, dando y compartiendo sin regatear. Si… la vida tiene instantes dolorosos que sirven para aprender… nada más… y tiene tiempos de amor con alegrías, que uno debe atesorar… y repetirlos… y saborearlos… porque ellos como los dolores… los amores y las alegrías, también se van. Y como dijo el antiguo poeta: Y hasta quizás la muerte que nos hiere, también tendrá su muerte: ¡Miserere!

Para David de Humberto.
(Su alma me está escuchando)

jueves, 7 de noviembre de 2019

Aún espero que la razón predomine




Aún espero que la razón predomine…

Aún espero que la razón predomine…
que la violencia en Chile termine…
y que la democracia se imponga.

Debemos encontrar algo que componga,
lo malo que tenemos.

Busquemos.

“Cambalache” (*) retrata…
pero no mata
las ilusiones,
de los millones
que piden cambiar.
Que piden dejar
de robar,
romper,
incendiar,
demoler,
todo a nuestro lado.

No queremos un país frustrado,
arruinado,
desolado.

Sólo queremos un país con amor…
Iluminado.

Sólo queremos sanar el dolor…
que se nos ha causado.


Humberto Silva Morelli



(*) “Cambalache”, famoso tango argentino, cuya letra coloco, que tiene una brutal semejanza con lo que sucede hoy en Chile, y dice todo lo que yo hoy siento.  Este tango se puede escuchar en You Tube.





Letra de Cambalache:
Carlos Gardel (intérprete)

El mundo fue y será una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros
Maquiavelos y estafáos…
contentos y amargaos, valores y dublé
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor…
Ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón.
Los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición…
Da lo mismo que sea cura
colchonero, rey de bastos
caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto! ¡Qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignón…
Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches se ha mezclao la vida…
Y herida por un sable sin remache…
ves llorar la Biblia contra un bandoneón

Siglo veinte, cambalache, problemático y febril.
El que no llora no mama y el que no afana es un gil.
¡Dale nomás! ¡Dale que va!
¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar!
¡No pienses más! ¡Sentate a un lao!
¡Que a nadie importa si naciste honrao!
Es lo mismo el que trabaja
noche y día como un buey…
Que el que vive de los otros…
Que el que mata o el que cura…
o está fuera de la ley.



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Estudiante…

Este poema es para los estudiantes y para los jóvenes de corazón puro, que han sido inducidos por violentistas para creer equivocadamente, que destruyendo sus ciudades, sus hogares… se puede lograr un mundo mejor, un mundo de amor. Lo he escrito, aunque dudo que lo lean, porque parece que ahora no enseñan a leer.

Estudiante…
¿Por qué eres el causante
de tanto dolor?
¿Por qué tienes tanto furor
si recién has nacido?
¿Si aún no has vivido…
para trabajar
y amar?

¿Por qué destruyes …
robas y huyes…
lo que tanto le ha costado…
lo que ha logrado…
un pobre como tú?

Si aún no has vivido…
¿Por qué destruyes
lo que otro como tú…
cuando joven creó?

¿Por qué atacas a gente
inocente…
que no es diferente
de ti…
o de mí?

Estudiante…
tienes una vida por delante
que se te está acabando…
que estás destrozando,
sólo porque eres usado
para matar al mundo que nos han dado.

¿Sabes que anarquía
sólo es una vacía
utopía?

¿Sabes que la droga usa el dinero
para podrir al mundo entero?

Piensa…
en tu futura recompensa…
¿Quieres perder tu vida encarcelado?
¿Por una vitrina que has destrozado?
¿Por una radio que has robado?
¿Por un neumático que has quemado?
¿Por tratar de matar al mundo que te ha criado?

Sólo piensa
si vale la pena portarte como te has portado.



Humberto Silva Morelli


miércoles, 6 de noviembre de 2019

Gracias amigos míos



Amigos... En mi cumple numero 92, me han emocionado todos los mensajes de mis amigos físicos y virtuales. Parece que he tocado a muchos corazones con mis poemas y por eso ¡Quizás! yo he recibido el amor de muchas personas, que quisiera agradecerlo personalmente y a cada uno. Pero eso no es posible por ahora. Algún día lo será. Mientras tanto reciban todos los que me quieren, conociéndome personalmente o no, un pedacito de mi corazón. Gracias por acordarse de mi.

Vuestro amigo poeta...

Humberto Silva Morelli



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