Cuatro formas de mirar mi vida con los ojos de mi alma





1. MI BIOGRAFIA TRADICIONAL

Humberto Silva Morelli (1927)

Odontólogo, profesor y poeta. Nació el año 1927, en Chile. Como estudiante universitario fue dirigente del Centro de Alumnos de Odontología de la Federación de Estudiantes de Chile, donde conoció a Esther Lawner, la compañera que hizo nacer su vida y también lo convirtió en judío, no oficialmente. Posiblemente influido por el ejemplo de sus padres, ambos profesores fiscales, siguió la carrera docente en la Facultad de Odontología primero, y en Medicina después. Fue profesor de Bioestadística, ramo que él fundó para los odontólogos en 1968. Dictó clases en la Escuela de Salud Pública hasta 1982, fecha en la que fue exonerado por motivos políticos. Entre 1952 y 1982 hizo múltiples trabajos de investigación científica que lo llevaron a él y a su compañera a conocer mucha gente y países. Tuvo muchos amigos poetas, o también llamados amigos del gran grupo de los "intelectuales". Como matrimonio, los Silva-Lawner fueron amigos personales del Prof. Dr. Alfonso Leng (maestro y amigo del corazón [Premio Nacional de Música en Chile]), de los poetas Nicolás Guillén, Juvencio Valle, Angel Cruchaga Santa María, Víctor Franzani, de los escritores José Miguel Varas, Volodia Teitelboim (ambos Premios Nacionales de Literatura) y muchos más. El 10 de Mayo de 1998, Esther tuvo un infarto al corazón que la llevó a las puertas de la muerte y que la deterioró físicamente de por vida. Silva cree que por sus oraciones, ella volvió del más allá. El acontecimiento cambió la vida de esta pareja. Él abandonó su hacer profesional y se dedicó al cuidado de "su" Esther y a escribir lo que él llama sus poesías, que son la música de las palabras para entregarle amor a su enfermita. Finalmente Esthercita falleció en diciembre de 2006. En el 2007 Silva tuvo un cáncer que felizmente parece olvidado. Al término de su duelo religioso, a fines del 2007, conoció a Ruth, la que hoy es su compañera, su musa y su último amor. Junto ello se convirtió al judaísmo, ahora oficialmente. Hablando de Ruth nos dijo: "Espero que ella me cierre los ojos cuando yo emprenda el camino del olvido."

Analizando la obra poética de Silva, vemos que su principal tema es el amor, sea de él hacia su compañera, hacia el mundo o hacia Dios. Al preguntarle sobre la religión que profesa, responde: "Hoy soy judío y por tanto creo en D’s. Dentro de mis valores no entiendo ni las cosas buenas que frecuentemente lucen más como actuaciones que como realidades, ni las atrocidades que ayer y hoy aún se hacen en nombre de Dios. Creo que vivimos en un mundo lleno de avances materiales y técnicos, pero enfermo por falta de amor y ausencia de valores espirituales. Mi obra entera está y estará dedicada a tratar de revivir estos valores en nuestros corazones. En aquellos corazones aún abiertos para escuchar. En aquellos corazones que aún pueden dar". Cuando le preguntamos si él es partidario de repartir las riquezas como lo hicieron los Esenios, responde: "Yo, como ellos, soy partidario de "compartir" todo, empezando por compartir "amor". La palabra "repartir" la dejaría sólo como un término técnico y también egoísta. Como concepto técnico matemático, es de gran utilidad en "Economía" y en "Probabilidades". Como concepto valórico sería tan inmoral como vender el aire que es de todos." Al preguntarle por sus ideas políticas, él dice: "Todo lo que para mí es válido, nace del "AMOR" y de la "VERDAD". Una administración basada en estos valores es mi única y actualmente irreal opción política. De estos valores nace toda la bondad del hombre y con ellos, sólo con ellos, podríamos construir un mundo mejor".




2. BIOGRAFIA DE MI ALMA

(¿Cuando nací? - No lo se, sólo se que en este viaje he amado y he sido amada ¿Cómo? Eso lo voy a contar...)


La biografía de mi alma


Para mi blog “Poemas de Humberto” escribí una breve y conservadora biografía, que si usted, estimado lector es tradicionalista y amante la historia documentada, la puede leer. Esa biografía muestra un edificio como lo haría un arquitecto. Es un resumen muy incompleto de todo lo que he hecho, porque nada dice de lo que soy; aunque todo lo que he hecho, lo he hecho por lo que soy. Y soy porque he crecido rodeado de amor… y como vivo, he aceptado la dureza de la vida y la belleza de ser amado. En eso he crecido. En eso he sido educado y eso he aprendido. Para dar amor hay que vivir y para vivir hay que luchar por y en esa vida que nos ha sido regalada. Y eso me enseñaron, mis dos padres, Ernestina y Humberto (Z.L.). Ellos iniciaron una educación, que dejaron de hacerla, cuando se fueron. Entre ellos y desde mis 9 hasta mis 15 años, se introdujo en mi vida, el tío Miguel (Z.L.), cura párroco católico de Curicó (Chile). El me enseñó a querer la Biblia. Su Biblia entera, comenzando con el Génesis. Y yo la quise, pero era muy chico para entenderla. Sólo tenía 9 años, cuando “El Curita” y en el mes que sigue al término del año escolar, principió su enseñanza sobre como comenzó el amor en la tierra. Y quise las historias de la Biblia porque ella sólo cuenta historias de amor.

Como a los 12 años, mi padre me comenzó a enseñar el Quijote, libro que sólo es una gran historia de amor. Desde entonces he amado esos dos libros, la Biblia y El quijote, y con ellos he amado el amor. He leído mucho… muchas aventuras… y todas de amor. He leído muchas vidas de personas que han vivido para el amor. Son vidas de poetas, que sin escribir poesía, han vivido para el amor. Y muchos de ellos, hasta al morir torturados, lo han hecho dando amor. Ahora se que la Biblia y especialmente el Pentateuco, es un escrito donde las palabras envuelven amor, y sus frases, que son palabras pegadas, son pegadas con amor.

De chico fui un bellaco, pero un bellaco que se sabía amado y que daba amor. Pasó el tiempo, y para dar amor… en la Universidad de Chile seguí odontología. El dolor físico que puede producir la caries, yo lo conocí en mi y en toda su intensidad. Quitar ese dolor, es dar amor. Eso me hizo elegir la odontología. Y creo haber sido un buen doctor y un buen profesor. Salí de la universidad y me casé. Salí de la universidad pero no la dejé. Parte de mi vida murió, cuando la dictadura de Pinochet me echó de ella, pero este es un cuento mundano que no contaré, salvo que me dolió mucho, porque ellos, civiles y militares, los que me echaron, no tenían amor.

Como dije… cuando salí de la universidad, me casé con una chica judía, que me amó y la amé durante toda su vida. Ella se llamaba Esther (Z.L.). Y yo, enamorado, casi morí cuando se fue. Y así con el amor de ella y el de sus padres, comenzó mi real vida de adulto. Y así también, entendiendo el corazón de mi amada y de mi suegra, comencé a entender el amor y el amor de las historias bíblicas. Todo lo que mi tío Miguel me había enseñado eran historias de amor. No importa su veracidad. No importa que fueran cuentos o fueran historias verdaderas. Sólo me importa el amor que ellas tienen. Es como la historia de “El Gigante Egoísta” o de “La Sirenita” que hoy cuida la entrada de Copenhague. No importa la verdad de ellas, sólo importa el amor que tienen. Y tratando de llenarme de amor, he leído mucho. Tratando de entender este mundo investigué mucho en salud. Y así sin saberlo, leyendo, estudiando amando y siendo amado caí en un judaísmo agnóstico. En ese judaísmo que escucha a nuestra alma para vivirla como una creación divina. Y la mía fue una familia judía, porque yo así lo acepté. Yo acepté que la divinidad de nuestra alma y la divinidad del amor, son tan santas como la divinidad de nuestro Creador... del creador de todo. De ese Creador que puso el amor en nuestro corazón, y la ley científica de “Causa  Efecto” en nuestras neuronas, cuyo entendimiento utilizado hoy es llamado “inteligencia”.

Cuando Esther, mi primer amor, supo que pronto nos abandonaría, quiso acercarse a su religión. Y yo quise consolarla. Quise darle la alegría que ella perdía. Entonces empecé a escribir poesía. Entonces y escribiéndole, comencé a mostrarle todo el amor que por ella mi alma tenía. Por ella, sólo por ella, empecé a escribir poesía. Y escribiendo empecé a comprender que la poesía sólo es amor y que el amor sólo es poesía. Pero Esther quería ver el amor de su pueblo, quería ser bendecida. Varios sacerdotes judíos, que para mi, aún hoy, son profesionales sin amor, como son muchos sacerdotes de todas las religiones, no la quisieron bendecir. Le negaron la “sal y el agua” a esa alma que se iba. A esa alma que con dolor partía. Pero llegó uno que le dio amor. Hay muchos sacerdotes que dan amor. Hay mucha gente que da amor. Y después, cuando ella partió, ese sacerdote y esa congregación me cuidó y sanó mi dolor con amor. Y por ese amor acepté y venero sus ritos para honrar a mi desconocido y amado Creador. Al creador de todo. Al creador del alma. Al creador del amor. Estimado lector, tus credos pueden diferir de los míos, pero si tienes amor, con eso me basta para creer en ti.

Pasó mi duelo y nuevamente llegó el amor a mi vida, trayéndome una hermosa y nueva vida. Otra bella chica judía, Ruth, me dio su alma a cambio de la mía. Y así, nuevamente lleno de amor, he seguido escribiendo poesía. He seguido soñando poesía.

El Creador me ha bendecido con dos dones. Me ha dado amor y me ha permitido escribir su belleza, dentro de muchos corazones. Quizás también dentro del tuyo, he escrito algo, estimado lector.

Esta es mi breve biografía. Es la biografía de mi alma. Es mi biografía y es mi poesía. Rara y diferente, pero biografía al fin. No creo haber olvidado nada. Mi alma sigue enamorada, sigue siendo amada y sigue gozando de todos los amaneceres que marcan un nuevo día… y yo… todas las mañanas agradezco ver el nacimiento de una nueva luz y también agradezco, todo lo que me ha regalado el Creador. Agradezco todo lo que se ha ido y todo lo que ha quedado, porque todo ha sido dado y recibido con amor. Incluyendo este maravilloso don, de poder llegar con mis letras, al corazón. Por eso digo y repito… Este escrito es mi verdadera biografía. El sólo trata de mostrar en lo sucedido, como ha vivido el alma mía, que es la que realmente escribe y vive… mi poesía..

Escrita hoy… un día de mayo de 2012 y ya publicada
en:  Arte Poética  -  Antología de la Poesía Universal



3. CARTA A MIS AMIGOS

Amigos míos. Nuevamente el amor me ha bendecido. He sido incluido en la lista de poetas del mundo que la UNESCO considera poetas. Y lo digo así, porque nunca una lista como ésta es completa, pero yo me siento muy honrado sólo por estar al lado de los mejores, de los que yo he admirado por dar amor en sus escritos. Y le agradezco a la UNESCO la distinción que me ha conferido. Y le agradezco a todos mis amigos poetas y escritores, comenzando por André Cruchaga, Miembro del Directorio Mundial de Poesía UNESCO y Fundador y Coordinador General del blog que cobija a los poetas honrados por la UNESCO cuyo nombre es:

Rostros y versos
Antología de poesía universal (*)


Dije, agradezco a todos mis amigos poetas y escritores que conocen mi vida, porque todos ellos, han amado mi alma, a través de mi poesía, y antes aún que a ellos, agradezco al amor que he recibido dado por el alma de mis dos amadas, Esther (Z.L.) y Ruth que está a mi lado, el poder entregar a mis lectores, el amor de mi poesía. Y finamente, debo agradecer a los que al sólo leerme, han visto a su alma reflejada en mi poesía, junto con mis amores, mis alegrías y mis dolores.

Gracias a esta vida entera mía, cuya narración ha sido mi poesía.


Humberto Silva Morelli
hoy 21 de mayo de 2012.


(*) http://www.artepoetica.net/
En este portal está mi poesía y yo…





4. ¿Por qué? Otra biografía mía...



A mi alma le dijeron vete.
Tomó masa para moldear
y en el 27,
salí…
y me puse a llorar
por todo lo que perdí.

Sólo fue un gemido
ido
perdido.

Sólo fue un lamento.
Un intento
de negar
lo que no quería
lo que no sabía
olvidar.

Y todo quedó en la nada…
olvidada.

Yo comencé a sentir…
y a vivir.

Aprendí a comer
para crecer
y para saber.

Así
y aquí
aprendí
a leer
a escribir
y a oír…
cosas importantes
que fueron mis ayudantes
para vivir.

En fin…
no fui a ningún jardín
y para mi gloria…
sólo fui a la última preparatoria.

Estudié…
Y lo hice
como quise
o como papá decía.
¡Así fue!

El me hacia
aprender leyendo…
pensando…
infiriendo.

Y sin apuro…
con paso seguro…
me fue educando.

Lo que yo no entendía…
con él lo discutía.
Y entremedio jugaba
patinaba
me reía
y organizaba.

Dirigí la pandilla que había
mientras yo vivía
en Herrera…
entre Compañía
y Catedral.

Así era…
para bien o para mal.

Cuando papá ya no pudo…
tuvo
que formalizar…
y yo formalmente entré a estudiar.

Como sabía vivir
y mandar…
entré al Liceo
para cumplir
y pasar.

Podrá parecer feo
pero sólo por elección…
decidí ser uno del montón.

Estudié odontología…
y estudiando con alegría…
y dando mucho amor
a soñadores.
llegué a ser Profesor
de Doctores.

Y mi vida se llenó de amor.
Y empecé a escribir poesía para dar amor.
Y perdí casi todo lo que tenía que no era amor
Y vivo con lo poco material, que me dejó el amor
Y me hice poeta para dar amor…
para que ella no sintiera dolor…
y cuando yo moría de dolor
el Señor me mandó más amor.
Y aún lo doy con mi poesía
y lo daré hasta ese día…
y después…
talvez…
lo seguiré dando con toda mi poesía.


Humberto Silva Morelli
30 de mayo de 2012