sábado, 21 de octubre de 2017



Pensamientos…


El verdadero amor.


El verdadero amor
en su querer,
no teme ser reemplazado.

Por eso…
y a veces sólo con un beso…
ayuda a tu bien amado
para ser
mejor.

Ese amor…
es el que siempre vive…
Siempre está…
Siempre recibe…
Siempre da.






Humberto Silva Morelli 

sábado, 7 de octubre de 2017

Simjat Torah



Amando a mi Torá

Curioso…
nadie le ha cantado a mi Torá…
siendo el libro más hermoso…
que ha bebido mi neshamá.

En ella nada es historia
aunque todo es sucedido.
¿Es ilusoria?
¿Es oratoria
sin sentido?

No importa…
Te conforta
dando amor
al desnudar su propio dolor.

La Torá…
muestra la verdad
de la vida…
que siempre está
escondida…
entre mucha maldad.

Al quererla…
es una bella perla…
que siento
como bálsamo para el sufrimiento
de un alma atribulada…
angustiada.

Es mi consuelo…
Es mi remedio
de vida.

Pero hay que entenderla…
quererla…
y sentir su esencia escondida.

Ella te da ilusiones
para vivir
y morir.

Ella es luz del Hacedor…
que nos envía dones
para descubrir…
para abrir
el corazón
a la razón
del amor.

Mi Torá
sólo es eso…
sólo es un beso
que viene del Más Allá.





Dedicada con amor a mis actuales amigos rabinos, Tzvy, Daniel, Efraím, Alejandro, Schmuel y Eduardo y a todos los otros pocos rabinos y sacerdotes que han sido parte de mi vida, como mi tío Miguel. Todos ellos me han dado el amor que nos pide dar nuestra Torá.


lunes, 2 de octubre de 2017

La ternura de nuestro Izcor




La ternura de nuestro Izcor (*)



La ternura de nuestro Izcor,
para mirar nuestro existir
por lo dejado en el olvido…
yo no lo había sentido…
y lo sentí cuando ayer lo escuché.

La dulzura con que nuestro Izcor
envolvió mi diario vivir,
por lo dejado en el olvido…
yo no lo había percibido…
y lo sentí cuando ayer lo escuché.

La hermosura que nuestro Izcor
hace a nuestra alma advertir,
dentro de lo amado y lo perdido…
que yo no lo había vivido…
y lo vi cuando ayer lo escuché.

La frescura con que nuestro Izcor
deja a nuestra alma fluir,
en el recuerdo nunca perdido…
nunca en el olvido…
de ese amor que no puede ser vencido…
y lo comprendí cuando ayer lo escuché.

El Izcor me explicó
y me insistió,
que debía vivir el hoy
amando lo que soy…
y lo que he dejado…
lo que ha partido,
lo que he amado
aunque yo esté herido.

Me dijo
y me recordó…
que yo
de ÉL era “Hijo” …
y que debía amar
todo lo que ÉL me había dado
y también quitado…

Me recordó que debía amar
para ser amado…

Me recordó que la belleza de la vida,
no puede ser arrebatada…
ni perdida…
ni olvidada…
ni destruida…
porque vivir:
es amar y sufrir…
es dar…
es amar…
es dejar y partir.


Y cuando eso pensaba…
mi ser entero volaba…
bañado y bendito
sobre el cielo infinito...
siguiendo las claras huellas
que deja el cielo entre sus estrellas.





(*) Izkor es una plegaria de Yom Kippur (el Día del Perdón), que tiene un profundo impacto espiritual en el alma de nuestros seres queridos y fallecidos, y que también deja una profunda impresión espiritual en quienes la entienden, la dicen y la sienten… logrando que con los recuerdos de esos amores que han partido, nuestra alma nos impulse a luchar por hacer del mundo un lugar más afectuoso, más bello y más humano. En la vida judía, este objetivo de bondad es conocido como olam hajésed yibané, “construir un mundo de bondad”. Después de ver esta explicación, por favor, relea el poema y entenderá lo que yo sentí.


 Humberto Silva Morelli