jueves, 25 de octubre de 2018

La niñita y su abuelita



Para que mamá o papá, hagan dormir a la dulce dulzura, a la dulce creatura que a su lado está.

La niñita y su abuelita

(Hay otros cuentos
con similares argumentos,
pero este que se ubica en el sur de Chile…
más al sur de donde yo nací… para mí,
y para ti… hoy día… es nuestra poesía)

Hubo una vez…
una niña chiquita …
muy tierna y bonita
cuya abuelita
por su vejez…
vivía solita
en un bosque hermoso
y añoso.

La niñita
visitaba
a esa abuelita
que la amaba.

Ella no sabía,
que en ese bosque vivía
un puma (1) tan feroz…
tan atroz,
que a la gente se la comía.

Y en ese bosque peligroso
y nevoso…
ella caminaba…
recogiendo moras y frambuesas (2)
dulces como todas las fresas…
que a su abuelita regalaba.

Ese puma vio a la niñita
y se la quiso comer…
porque ella era chiquita
y él lo podía hacer.

Como el puma conocía a la abuelita,
corrió hasta su casa…
y con el miedo amordaza
a la viejita…
que se esconde en un cajón…
mientras el puma se disfraza
de abuelita.

Así espera a la niñita
ese perverso glotón.

Llega la niñita…
mira a su abuelita
y la nota muy extraña…

Para saber que no se engaña…
le pregunta:
¿Por qué te ves cejijunta
y con orejas tan grandes?
Para verte y oírte mejor, nieta mía…
dice el puma aparentando amor.

¿Por qué tu boca es tan enorme abuelita?
Para devorarte mejor,
presa mía…
dijo el puma mientras saltaba sobre la niñita.


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Antes que esto pasara…
Antes que el puma entrara
a la casa de la abuelita…
amigos de la niña chiquita
y su abuelita,
vieron
al puma y lo siguieron
para impedir que concretara
sus intenciones….
con malas acciones.

Y lo pillaron,
cuando saltaba sobre la niñita.

Lo inmovilizaron,
lo amarraron
y en el zoológico lo encerraron.

Así se salvó la niñita
con su tierna abuelita.

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Lo siento…
Hoy este cuento
se lo llevó el viento
y se lo comió un gato hambriento.

Ahora le pedimos al mismo gato…
que mañana nos traiga otro lindo relato.


Humberto Silva Morelli



(1)     Felino en vías de extinción que habita en los bosques de la Cordillera Sur de Chile.

(2)     Frutas que se dan naturalmente en el Sur de Chile. Las moras, muchas veces, se utilizan como cercos vivos de parcelas ubicadas en nuestros campos del sur, dado que allí las moras crecen sin cuidado alguno y sus ramas están llenas de espinas.






Cuando estás cerca de mí




Cuando estás cerca de mí
y yo de ti…
el amor se siente…
y aunque puede no ser percibido,
está presente….
no yace en el olvido.

Si la vida nos distancia,
alejándonos
aislándonos…
el amor
que es fragancia…
dulce fulgor
dentro del aire vacío…
se esfuma…
como la espuma
del mar…
al golpear
un roquerío.

Pero si nada nos distanciara…
y la vida nos arrumara…
tu existencia amada
siempre será cuidada
por mi  alma enamorada.


Humberto Silva Morelli


Poema escrito en noviembre del 2007, cuando recién conocí a Ruth, y no se por qué, entonces sólo lo guardé.

viernes, 19 de octubre de 2018

Siento que algo ha cambiado.




Siento que algo ha cambiado.

Siento que algo ha cambiado.
Siento más cariño a mi lado.
Siento que el aire me ha besado.

¿Será por mi vejez?
¡Tal vez!
Pero eso es
y no es.

No soy el único menguado
que debiera viajar sentado
en la locomoción colectiva.

La gente joven y activa,
generalmente mujeres,
a veces me daban su asiento…
con ese amor sin fingimiento
minimizado…
sólo porque así lo quieres,
dentro de tu corazón enamorado.

Ese amor yo no lo había sentido,
y ayer cuando lo sentí…
cuando esa señora me dio su asiento…
por primera vez y en ese momento …
viví…
un amor que yo no recuerdo haber vivido.

Por primera vez sentí
ese amor…
que con el tiempo se había perdido.

Entonces vi..
que una nueva flor…
en Chile había nacido.



Humberto Silva Morelli

Nota; La próxima semana publicaré un poema para hacer dormir a los chiquititos o chiquititas (separación que hoy está de moda)... y después, en la semana siguiente publicaré una poesía especial... para los que en esta primavera del sur, están cayendo en las redes del amor. 


miércoles, 10 de octubre de 2018

La mente busca, el corazón encuentra




La mente busca
el corazón encuentra

Durante años
busqué mi destino.

Sufrí desengaños
tras desengaños…
pero mi verdad no vino.

Pensaba,
comparaba,
buscaba…
y siempre me equivocaba,
y en las cosas del amor…
todo siempre terminaba
con dolor.

De pronto entendí,
que lo que siente el corazón,
no está en la razón.

Y así
en lo vivido…
aprendí…
que razón y corazón…
es un todo que va unido.

Si el corazón encuentra sin razonar…
o si la razón encuentra sin amar…
es sólo el destino que te quiso premiar

Cada instante se nos abre una nueva senda…
y esa verdad nos da el destino
para que nuestra alma aprenda.

Eso es lo único que se.
                                                                     
Así…
comprendí al amor en mi corazón…
y aprendí…
que ese camino…
es la ruta de la Fe.






Moraleja:
El corazón solo, no siempre tiene la razón.
La razón sola, no siempre tiene al corazón.

La otra moraleja es el título de este poema.



Humberto Silva Morelli  

viernes, 5 de octubre de 2018

Así es mi vejez.




Así es mi vejez.

Recién escribí poemas que titulé “Cuando muchos llegan a viejo” y "La edad dorada"... poemas que no narran ni “mi vejez”, ni mi hipotética vida. Esos poemas narran sólo lo que he visto y sentido de lo que les ha sucedido, o les sucede, a amigos, conocidos y a tanto viejo, de menos edad y mucho más achacosos que yo, que son la generalidad de aquellos que tienen los 90 años cumplidos, o muchos años menos aún. Tampoco tocan exclusivamente, al  grupo de viejos cuyas familias son pobres… No… Muchos son pobres… otros no lo son… el factor común de los que describo en esos poemas,  es la “falta de amor que los rodea”… Yo tengo otra vejez… con dolores físicos que casi no tengo  y con amores que describo ahora. No soy rico en dinero, pero tengo para comer. Y tengo muchos amigos que me conocen, que siento su afecto y su respeto. Yo de “falta de amor” no me puedo quejar. Espero, estimado lector que vuestra vejez, sea parecida a la mía, o mejor, lo que no me parece fácil, al menos, hoy día.

Cuando uno tiene poca edad…
20 o algo más 
vive en paz
rodeado de bondad…
uno está en la plenitud de sus facultades,
y cree que su vida,
en todas las edades…
es indefinida.

Cree que el mundo entero…
es de acero.

Deseas vivir
y morir
como estás...
pensando que serás
un viejo recordado…
sólo por haber amado.

Pero así no es…
No es así la vejez.

El caminar se enlentece,
o detiene…
cuando uno envejece,
o ya no se sostiene.

Mientras el tiempo va pasando,
la vida se va terminando
y las enfermedades nos van matando.

Pero tú no notas
cómo llegan estos males…
porque vienen en cómodas cuotas
mensuales.

Y así…
mientras el tiempo va pasando…
para ti…
y para mi…
todos estamos llegando
a la vejez…
que es una suerte
de muerte
por invalidez.

Entonces los que nos estaban queriendo
van partiendo.

Estás perdiendo
la memoria.

Lentamente está muriendo
toda tu linda historia.

Yo aún no se…
cuándo termina mi memoria…
pero se
que amé
y soy amado.

Y hoy yo siento
que mi vida no se la ha llevado el viento.

Así la vida es…
¿Y mi vejez?…
¿Cómo es para mi sentir?
¿Tiene
 la dulzura
y la amargura…
por las que vale la pena vivir?

Estoy contento…
Ha sido muy bello mi pasado…
sólo porque
he sido muy honrado.
y he vivido enamorado.

Siento que he dado y recibido.
Siento que he vivido.

¿Qué más se puede pedir,
en este no siempre hermoso vivir?



Humberto Silva Morelli