Fui
aceptado por escritores chilenos, como
miembro
del PEN Club Internacional
Hace pocos
días, fui invitado a la celebración de los Ochenta años del “PEN Club Internacional”
en la sede chilena, hecho que para mi fue un honor. Allí conocí los Estatutos y las proyecciones del “PEN Club”
y me sentí moralmente interpretado por
ellos. Pasado algunos días… la Directiva de este club de poetas, ensayistas, novelistas
y otros afines, me abrió sus puertas. Este nuevo hecho… y como poeta… fue otra
distinción inesperada… por esto crucé sus umbrales uniéndome a ellos en su
combate por la libertad de expresión, que ha sido el permanente combate dado por
insignes escritores del ayer, fundadores de esta institución y otros muchos más,
que desde siempre he admirado y a los que nunca conscientemente trataría de emular.
Para que Ud.
me comprenda, estimado lector, en parte de sus Estatutos, el “PEN Club” dice
así: “El PEN defiende el principio de la transmisión sin barreras del pensamiento,
dentro de cada nación, así como entre las naciones. Sus miembros se comprometen
a oponerse a toda forma de supresión de la libertad de expresión en su país de
origen y dentro de la comunidad a la cual pertenecen, así como en el ámbito
mundial dondequiera que esto sea posible.” Esta frase y otras tanto o más
fuertes que esta, rompieron mis barreras de inveterado independiente sin
fronteras, para sentir y sospechar, quizás por primera vez… que la UNESCO tuvo
razones que van más allá de la rima, para aceptarme en sus filas como Poeta del
Mundo.
Gracias amigos
del “PEN Club Internacional”. Gracias amigos de la UNESCO. Gracias a todos los
amigos que han abierto sus páginas para publicar mis poemas. Gracias a tanto
amigo escritor, que individualmente me ha distinguido. Gracias a tanto amigo
cuya religión es la poesía de su vida y que me han abierto su corazón. Gracias
lector mío, por haberme invitado dentro de tu vida. Finalmente doy gracias a
los que me han amado sin restricciones… que siendo relativamente pocos… me han
dado una vida plena de amor. Y por ello… también te doy gracias a ti… Ruthy… amor mío.
Gracias a todos ustedes…
Humberto Silva Morelli
