sábado, 29 de febrero de 2020

Creo que al nacer




Creo que al nacer 


cuando se comienza a ser…
uno se libera para saber, que debe mantenerse emancipado.

Uno nace sin amarras para saber, que no debe vivir amarrado.
Uno nace sin saber ni entender, para crecer siendo enseñado.

Uno nace con ayuda para ayudar, y ser ayudado…
y vive para dar, más de lo que te han dado…
todos los que están a tu lado…
porque amas y eres amado.

Así debiera suceder, desde nuestro nacer…
para crecer…
para vivir…
y morir, sin ser olvidado.
Pero eso sólo puede ser…
cuando se nace con un corazón enamorado.




Humberto Silva Morelli








jueves, 27 de febrero de 2020

Hoy me siento viejo




Hoy me siento viejo.

Ruthy… mi esposa querida.
La enamorada más frágil de mi vida…
que aún sintiéndome viejo,
viejo y todo, la quiero y la protejo.

Ya no siento el amor que por el mundo sentía.
Ya no siento el amor que a mi mundo tenía…
al escribir poesía.

Siento sueño...
Estoy cansado… agotado…
Carezco de empeño, para vivir…
para sentir lo que antes sentía.

Hoy sólo amo a mi Ruthy… mi compañera…
que es mi vida entera, hasta que yo muera.

Sólo pienso quererte…
aún después de mi muerte.

Hoy no tengo esa alegría que antes tenía,
para escribir poesía.

Ahora sólo quiero estar a tu lado…
acostado, callado, siempre enamorado.


Humberto Silva Morelli

jueves, 20 de febrero de 2020

El día comienza con el amanecer




El día comienza 
con el amanecer


El día comienza con el amanecer y nuestro correr.
Trabajamos y terminamos al atardecer.

Sería hermoso ver cada atardecer…
pero estamos cansados… extenuados.

Sería hermoso sentir… percibir… a la luz partir…
pero en mi ciudad, casi nadie la ve.

La realidad es triste… ¡Lo se!

A esa hora... 
donde el Sol se esconde, nada se valora.

Unos estamos trabajando.
Otros terminando de trabajar,
o caminando para llegar al hogar…
a descansar… o sólo para estar.

Pero cansados… agotados…
a nadie se le ocurre ver... la belleza de cualquier atardecer.

No hay lugar para ello.
No hay espacio para mirar lo bello.

Se llega al hogar para descansar… para comer, y para dormir...
o sólo para esconder... nuestro morir.

La casa ya no es para vivir.
Y eso no puede ser.

Necesitamos crecer.

Vivir no es sólo comer y dormir.

Vivir es construir para progresar…
para amar... todo lo bello pasado… y superado.

La vida no es para morir cansado.

De viejo he comprendido…
que para eso no he vivido.
Que para eso no he trabajado.
Que para eso no he amado.

Humberto Silva Morelli

domingo, 16 de febrero de 2020

Mis 22 normas de la Misericordia




Mis 22 normas de la
 Misericordia.

Voy para los 93 años... y esta es una tremenda edad.  Desde que nací hasta hoy, el tiempo se ha escurrido como agua entre los dedos. Han pasado casi 100 años y no los he sentido… ni me ha resentido su pasar. La vejez de mi cuerpo la siento... la de mi alma no. Mientras mi cuerpo tiene que usar bastón, mi alma puede volar. Ella puede tocar las estrellas, aunque mi cuerpo ya no pueda correr y le sea difícil caminar... pero aún puede. Se resiste, pero lo obligo… y como aún puede... camino.

En estos muchos años he aprendo a vivir. He aprendido a ser lo que hoy soy. Y por como soy, la gente me quiere. Hoy casi no tengo amigos con parecidos intereses, porque todos... o casi todos... han partido. Los que no han partido físicamente, algunos, ya tienen una neshamá que no los guía y sólo por eso... su neshamá prepara su partir a los Jardines del Señor.

Mi vida, mirando hoy sus altos, sus bajos y resumiendo... ha sido muy bella y yo he sido muy feliz, aunque las alegrías se hubieren continuado con las congojas, el “Total Final” ... es muy bello. Por estas razones, antes de mi partir, quiero dejar escrito, algo del cómo lo he logrado, en la siguiente serie de sentencias muy resumidas... que me han guiado, aunque a veces he errado, no por ellas sino porque a veces uno no las recuerda. Puede que yo tenga una imagen ética diferente, para los ojos tuyos, estimado lector. Si es así, quizás yo te pueda enseñar querido lector, porque yo… ya no puedo aprender.

Viendo en el Libro Éxodo 34:6-7 de la Torá, los Trece Atributos de la Misericordia de HaShem, a mi parecer, están explicados en las 22 normas mínimas de amor, que uno debiera utilizar hoy para ser feliz y que resumo después de este párrafo. Estas 22 normas, en número son como las letras hebreas, que si uno no las conoce no podrá leer ese idioma. Yo he tratado de cumplir estas 22 normas, y no siempre he podido hacerlo, a pesar de lo cual, creo que soy una persona feliz y realizada. Dime amigo... ¿has intentado algo parecido?

Mis 22 normas son:

1.       Ama y serás amado.
2.       Ayuda y serás ayudado.
3.       Acaricia y serás acariciado.
4.       Regala y serás regalado.
5.       Invita y serás convidado.
6.       Agradece y serás correspondido.
7.       Se amable y serás elevado.
8.       Paga tus deudas y serás honrado.
9.       Preocúpate por los demás y los demás se preocuparán por ti.
10.  Enseña lo que sabes sin pedir retribución.
11.  Siempre mira a los ojos.
12.  Sé buen amigo, ayudando y cumpliendo lo que prometes.
13.  Se humilde pero no te dejes atropellar.
14.  Termina siempre, lo que has iniciado.
15.  No odies porque serás odiado.
16.  No critiques porque serás criticado.
17.  No tengas miedo de hacer o decir lo correcto.
18.  No te quejes, di la verdad y serás aliviado.
19.  No mientas porque todo engaño, es descubierto.  
20.  Escucha al que sabe más.
21.  Acepta y corrige tus errores. La Torá debiera ser tu guía.
22.  Sonríe, la vida es bella, pero... que tú la encuentres bella… depende de ti. En general, uno es el arquitecto de su vida, aunque la “suerte o el destino” también parecen existir.

Amigo lector, creo que esto resume las normas con las que he tratado de vivir y que las he aprendido en mis casi 100 años de vida, y es posible que ellas, a ti te puedan servir. Recuerda: Todo lo factible se puede, si uno lo desea y le queda tiempo para hacerlo.

Estas normas escritas no son poesía, pero cuando nuestra alma las siente, nuestra alma canta. Para ella son poesía. Para ella son expresiones del “amor”, que es lo único que nos pide el Señor.

Humberto Silva Morelli


jueves, 13 de febrero de 2020

No hay palabras



             No hay palabras


No hay palabras que muestren lo hermoso…
ni números que puedan medir admiración.
Por eso no ha existido el sabio que airoso…
describa belleza en una oración.




Humberto Silva Morelli


NOTA: 
Este fue uno de los primeros poemas que escribí

martes, 4 de febrero de 2020

Constitución




Constitución…
(Recodando el pueblo donde yo nací)

Constitución…
viejos cielos de mis abuelos…
con mares cargados de ilusión.

¿Cuántos de tus sueños guardados llegan a mí?

¿Cuántos amores olvidados…
perdidos en tus cielos estrellados, están en ti?

En la playa sentados… .
junto al Arco de los Enamorados…
mirando al sol esconderse bajo el mar…
veo almas fusionadas… enlazadas…
con las manos tomadas…
mirando a su amor danzar,
sobre olas de dulce rodar.

Y ese río manso y bravío…
que también es río mío…
es un amante inconstante…
que a veces hiere y que siempre muere…
al salir y chocar 
contra las aguas del ancho mar.

Constitución…
eres y serás…
los viejos cielos de mis abuelos…
y me sentirás
con tus tierras de emoción,
dentro de tu enorme y bello corazón.



Humberto Silva Morelli


De interés: Vea en Internet: imagenes de playas y ciudad del pueblo de Chile en la región del Maule llamado Constitucion. 

sábado, 1 de febrero de 2020

Señor... ¿Qué pasó con el amor?



Señor... ¿Qué pasó con el amor?

Para empezar a conversar...
y con todo aprecio señalo...
que cualquier fanatismo es malo.

En la condición que fuere...
el fanatismo desbarata, mata, o hiere, todo lo que uno quiere.

¿Para qué matar, si podemos amar?

¿Qué pasó con el amor, tantas veces asesinado y nunca olvidado?

¿Por qué Señor, además del amor y con todo tu poder...
has permitido nacer, a tanta gente demente...
que junto con otros males, también son criminales?

De tanto que han matado, han olvidado al amor...
que en la creación, fue el primen don que Tú nos regalaste Señor.


Humberto Silva Morelli