domingo, 31 de marzo de 2019

Estoy enojado.



Estoy enojado...


Estoy enojado...
Muy enojado.
Veo desmoronarse...
disgregarse...
el mundo a mi lado.

Me siento solo ... aislado...
porque nadie siente...
que ese delincuente
 que miente...
sólo nos quiere matar...
para lograr
sus objetivos.

No valoramos
sus motivos
y no los detenemos...
porque aún creemos...
Porque aún amamos.

No pasa por nuestra mente.

Nuestro cuerpo no siente
tanta maldad...
tanta falta de piedad.

¡Dios mío!
Acoge a nuestros seres amados...
que ya se han ido...
porque han sido
degollados.

Nadie... ni un animal...
merece que su partida...
sea tan brutal...
Sea con ese dolor.

¡¡SEÑOR!!

Mi vida...
está confundida.

Mi alma está dolorida.

¿Quién me puede amparar?

Estoy perplejo...
y por eso me quejo
en mi sufrir...

¿Acaso debo comenzar
a matar...
para vivir?


Humberto Silva Morelli



Cuando en Chile gobernó la dictadura de nuestra derecha, yo pensé que su maldad no podía ser superada. El nivel de maldad, no sólo está en la forma de hacerlo, sino en la forma de hacerlo y cómo lo publicitan. Ahora se que me equivoqué. Hay gente más cruel y más mala aún.

El 30 de marzo de 1985, es un día que en Chile siempre será recordado.



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sábado, 30 de marzo de 2019

1ª Estrofa de Amor



Estrofas de amor
(1ª)


Mi alma dice…
“Aunque lejana te siento,
tengo fe.
Y con aliento
te espero…
porque te quise…
te quiero…
y te querré.”




Este poema que no tiene fecha, fue mi primer regalo para Esther… y creo, mi primer poema,escrito en 1949 o 1950 ¿? cuando aún no era el poeta que nació el 2000, para darle amor a esa Esther que partía y que durante años, fue mi vida. Lo coloco hoy para ustedes lectores míos, porque hoy siento que el éter me trae, un granito de amor, con cada lectura vuestra.

Humberto Silva Morelli

jueves, 28 de marzo de 2019

Nunca te des por vencido



El consejo de mi vida


Aunque estés herido.
Aunque no puedas emitir
un gemido.
Aunque se vaya tu vivir
en un latido...
nunca te des por vencido.

Trata siempre de ser amigable.
Nunca seas desagradable.
Nunca dejes de ser querido...
aunque nunca te des por vencido.

Y para terminar el consejo,
de uno que ha llegado a viejo:
Goza todo lo que has tenido.
Olvida lo que has perdido...
y sin dejar de luchar...
ni aún cuando partas hacia el olvido...
nunca te debes dar 
por vencido.









Humberto Silva Morelli


viernes, 22 de marzo de 2019

Luigi y Colomba mis bisabuelos

Luigi Morelli y Colomba Tarantino, se llamaban mis bisabuelos. Luigi vivía en Roma y Colomba en Panni un pueblo chico que rodeaba un castillo que en la lejana antigüedad, hizo al pueblo nacer a poca distancia de Foggia. Cosa similar pasaba con casi todos los castillos del medioevo. No se como se conocieron Luigi y Colomba, pero se enamoraron y se casaron en Panni, de donde era originaria mi bisabuela. En esa época la fiesta no era una fiesta familiar... era una fiesta de todo el pueblo. Todo el pueblo participaba. Todo el pueblo bailaba. Todo el pueblo cantaba. Todo el pueblo tomaba licor... Así era en esa lejana antigüedad. 

El castillo gracias al cual nació el pueblo y a fines del siglo antepasado, ya estaba inhabitable, casi destruido... pero en una muralla, quedaban los restos de una ventana que miraba hacia el pueblo, y que posiblemente era la ventana donde se asomaba el Señor... Duque, Conde, o lo que sea... para estar con su pueblo en las grandes ocasiones. Esa ventana podría haber sido como es hoy en Chile, la ventana del Palacio Presidencial, que está sobre la gran entrada principal y que mira hacia que llamamos Plaza de la Constitución. Al menos así lo imagino yo. Y la ventana que se ve en la única pared que queda del Castillo de Panni, está mirando al pueblo donde se casaron mis bisabuelos. Desde esa ventana y posiblemente, el Señor vio el casamiento de Luigi y Colomba. Pasó el tiempo y cuando mis abuelos ya tenían cuatro hijos, Luigi fue contratado por el Gobierno de Chile, a fines del siglo antepasado, para construir todos los ferrocarriles de trocha angosta que existieron en Chile. Creo que el último ramal que mi bisabuelo construyó fue el de Talca a Constitución. Allí se casó mi abuelo con Clotilde Rebolledo y allí se quedó. Allí mi abuelo como alcalde y el patriarca Enrique Don como mecenas, hicieron un pueblo, de la villa que entonces existía, pero esta es otra historia ajena a mi poesía. Poesía que narra mi fantasía, como la historia y lo sucedido cuando mis bisabuelos se casaron.

Hace pocos años hubo un concurso, para que los turistas que entraran a conocer, la ciudad que hoy es Panni, supieran con un poema, un trozo de su historia. Yo escribí la siguiente poesía que está colocada a la vera del camino que saliendo de Foggia entra a Panni. Creo que allí está lo que ustedes leerán... en español y en italiano, bellamente traducida por un religioso de esos lugares.




martedì, 01 luglio 2008

Poesia premiata a Panni il 24.06.08


La Ventana del Castello di Panni.
di Humberto Silva Morelli - Cile

Ventana aún abierta,
aún despierta
en tu sueño olvidado.

¿Cuántos dolores y amores…
contados y pasados…
has vivido?

¿Cuántas calendas y leyendas
que son la historia
de tu era,
de tu bandera
han ondeado en tu gloria?

¿Sentiste brillar la alegría?
¿Viste la luz que tenía
el sol de tu mañana?

Así
y apoyada en ti
mi vieja ventana…
¿vio a su amada…
el señor
que en tu alborada…
murió de amor?

A mis abuelos recién casados…
y enamorados…
¿los viste bailar
hasta el nacer del día?

¿Cuánto ha pasado
ventana mía…
que no puedes contar?

¿Es que todo lo soñado…
se va como se va el día…
o como la brisa del mar?

Pero tú estás
ventana mía…
y tienes mucho que contar.

Voy a caminar.
Enséñame a mirar.
Dame tu memoria,
para conocer
la historia
de esa hermosa mujer…
que camina con bello andar.

Para ver
en tus calles
empedradas…
esos detalles
de tiempos pasados…
vidas enamoradas
y dolores olvidados.

Para ver
la entrada adoquinada
del Templo que unió
y casó…
a mi abuela enamorada.

Ventana voy a caminar.
Enséñame a mirar…
enséñame a ver
lo que se ha ido.

Enséñame a querer,
todo lo que tú has querido.







La finestra del castello di Panni

di Humberto Silva Morelli - Cile



Finestra ancora aperta
ancora sveglia
nel tuo sogno dimenticato.

Quanti dolori e amori…
Contati e passati…
Hai vissuto?

Quante calende e leggende
che sono la storia
della tua era,
della tua bandiera
hanno ondeggiato nella tua gloria?

Hai sentito brillare l’allegria?
Hai visto la luce che aveva
il sole della mattina..

Così
e appoggiata in te
mia vecchia finestra…
Ha visto la sua amata
il Signore
che all’alba
morì d’amore?

Ai miei nonni appena sposati
e innamorati…
Li hai visti ballare
fino al nascere del giorno?

Quanto è successo
finestra mia…
Che non puoi raccontare?


Poiché tutto ciò che è stato sognato
se ne va, come se ne va il giorno…
O come la brezza del mare?

Ma tu stai
finestra mia…
E hai molto da raccontare.

Vado a camminare.
Insegnami a guardare.
Dammi la tua memoria,
per conoscere

la storia di quella bella donna…
che cammina con un bell’andare

per vedere
nelle tue strade lastricate…
quei dettagli
dei tempi passati… vite innamorate
e dolori dimenticati.

Per vedere
la entrata selciata
della chiesa che unì
e sposò
la mia nonna innamorata.

Finestra vado a camminare.
Insegnami a guardare…
Insegnami a vedere
quello che se ne è andato

Insegnami a volere
tutto quello che tu hai voluto



miércoles, 20 de marzo de 2019



En este Día de la Poesía

En este Día de la Poesía, he considerado un deber mío, agradecer a mis lectores, el hecho inédito, que un poeta, sin propaganda alguna para su blog, esté llegando a las 1000 nuevas lecturas mensuales. Que después serán 1000 semanales, o 1000 diarias, o lo que sea que no creo poder verlo aquí, aunque creo que lo veré, cuando yo esté en la Eternidad.

Lo dicho estimo que ha sucedido por varias razones...

Primero estoy feliz porque mi alma, al hermanarse con la vuestra, ha distribuido amor a muchos nuevos corazones.

Segundo, porque ustedes y yo, utilizando mis poemas, estamos creando un mundo mejor, al soñar esperando y al esperar soñando, construir un mundo de amor, sin barreras, sin banderas, y sin cegueras que nublen la razón.

No se si algún día cercano algo de esto se logrará, pero como la poesía puede educar dentro de una moral basada en el amor... y esto sólo podría darse en más de una generación... se que yo no lo veré.

También se, y este es mi orgullo, que hice una semilla llamada poesía y que ustedes la han plantado y la han diseminado. Y que esa semilla llamada poesía no es solo mi poesía, sino la de tanto poeta conocido, y de tanto poeta ignorado, cuyo único pecado para ser olvidado, fue cantarle al amor. Por eso querido lector, yo te agradezco en el Día de la Poesía, todo lo tú has hecho, porque tú has besado el alma mía.

Gracias lectores míos. Gracias corazones míos.

Humberto Silva Morelli
Vuestro Poeta

sábado, 16 de marzo de 2019

Día Mundial de la Poesía.




El 21 de Marzo
es el Día
Mundial de la Poesía.

En esta ocasión deseo rendir un homenaje, a cuatro poetas que han marcado mi vida, con cuatro inolvidables poemas cuyos temas, aunque muy diferentes, son un canto para el corazón. Son lo que en ocasiones, mi alma hubiera deseado decir.



Volverán las oscuras golondrinas...
(Gustavo Adolfo Bécquer 1836-1870)

Poema LIII (53)

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
nadie así te amará.

 

 Margarita Debayle
(Rubén Darío 1867-1916)

Margarita, está linda la mar
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Este era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso, una perla,
una pluma, y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros, son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: —«¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía,
Y así, dijo la verdad:
—«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: —«¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?.
¡Qué locura! ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: —«No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
—«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: —«En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.



No sé por qué piensas tú...
(Nicolás Guillén 1902 - 1989) 

No sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo,
si somos la misma cosa
yo,
tú.

Tú eres pobre, lo soy yo;
soy de abajo, lo eres tú;
¿de dónde has sacado tú,
soldado, que te odio yo?

Me duele que a veces tú
te olvides de quién soy yo;
caramba, si yo soy tú,
lo mismo que tú eres yo.

Pero no por eso yo
he de malquererte, tú;
si somos la misma cosa,
yo,
tú,
no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo.

Ya nos veremos yo y tú,
juntos en la misma calle,
hombro con hombro, tú y yo,
sin odios ni yo ni tú,
pero sabiendo tú y yo,
a dónde vamos yo y tú...
¡no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo!



  
PIECECITOS
(Gabriela Mistral  1889 - 1957)

Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,

¡Dios mío!

¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!

El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!



Con estos cuatro poemas y un cálido abrazo, se despide por hoy, vuestro poeta, agregando que yo tuve el honor, de ser amigo de Nicolás Guillén... y de muchos laureados y otros desconocidos, escritores y poetas chilenos, que yacen en el ayer, esperando su renacer... en un país cuyo corazón es grande y su cariño por las letras hoy es poco, quizás porque comer... es más importante y necesario que leer. A veces el progreso, dificulta nuestra necesidad de vivir. Por eso el alma mía, recupera su luz cuando escribo poesía.


Humberto Silva Morelli.
21 de marzo de 2019