viernes, 24 de febrero de 2017

El que sabe…




El que sabe…



El que acumula… quiere tener.
No quiere amar…
Sólo acumular.

El que sabe… cree saber…

El que mira… cree ver…

El que siente… sólo siente su vivir.

El que ama… es diferente…
es un hermano de la gente...
que siente a su alma fluir.

Es el que ama la vida.

Y aunque ella no sea comprendida…
es amada…
y deseada.

Porque la vida eres tú…
querida mía.

Eres tú…
mi poesía.


Para Ruth de…

Humberto Silva Morelli 

viernes, 17 de febrero de 2017

Un alma pura...



un alma pura…

Dentro de todo lo que he vivido…
hoy recién he aprendido
a conocer la bondad de un alma pura…

Hoy he visto su fulgente blancura…
su fresca locura…
en el corazón que me ha amado…
que me ha querido….
que conmigo ha vivido
enamorado.

Esa alma llena de amor,
es tan hermosa
como una flor…
como el capullo de una rosa.

Esa alma sólo evoca
lo bello que ha tenido
y se enfoca
sólo en lo amado
que su corazón ha sido…
dejando en el olvido
todo lo que ha sufrido.

Así es el alma de mi amada…
de la vida eternamente enamorada.



Humberto Silva Morelli


sábado, 11 de febrero de 2017

Un consejo...



Un consejo

Un consejo
para cuando llegues a viejo…

Cuando llegué a los ochenta
y murió mi amor…
sentí como aumenta
el silencio de la nada.

Como aumenta
el dolor añejo…
la orfandad del viejo
en la soledad helada.

Sentí que debía morir…
para vivir
acostado
a su lado.

Así
estaba…
cuando
mi vida escapaba
llena de dolor.

Pero no me fui...
La vida ganó.
Ganó el amor
y decidí vivir.

Cuando los rayos(*) me salvaron,
supe que debía aceptar lo pasado…
que debía
recordar con alegría,
los felices años que pasaron…
y que debía volver
a caer
enamorado.

Porque yo necesito dar…
necesito ser conquistado…
para vivir la vida que Dios me ha dado.

Hoy…
nuevamente soy
dichoso y afortunado…
porque amo y soy amado.



Humberto Silva Morelli





(*) Los rayos que me aplicaron, quemaron todas las células cancerosas que hace diez años, yo tenía. Hoy lo puedo decir, con la casi certeza que así fue.




martes, 7 de febrero de 2017

POEMA FINAL DE LA TRILOGÍA SOBRE NUESTRA ADVERSIDAD


Hoy, cuando todos los incendios parecen dominados y yo creo que este doloroso episodio llega a su fin, he escrito las siguientes letras, que son sólo un lamento por la realidad cultural que hoy vive mi Chile. Esta realidad cultural que para mí, es dolorosa, está cambiando… Chile está mejorando… sin duda alguna estamos aprendiendo a dar amor; pero aún nos queda camino por recorrer… esa es mi esperanza… y nuestra lentitud para cambiar… es mi dolor…




Cuando el fuego se apague…

Cuando se apague
todo lo que ha sido
incendiado.

Cuando se indague
el  bramido
del odio derramado.

Cuando sólo quede el horror…
de un pasado
desmedrado…
lleno de dolor….
en un suelo calcinado,
desbastado,

¿Alguien será castigado?

¿Alguien acá,
se responsabilizará
por el dolor causado?

Lo dudo…
El mundo siempre queda mudo…
silente…
cuando la autoridad siente…
que un hecho,
chueco o derecho,
es políticamente inconveniente.

Años más tarde…
cuando nadie recuerde lo que aún hoy arde…
la historia
con su infinita memoria…
y su inocente crueldad,
nos contará toda la verdad.


Humberto Silva Morelli




miércoles, 1 de febrero de 2017

No se cómo agradecer. el amor que nos han dado..



Miles de familias chilenas han quedado sin nada…
pocas han quedado con algo. 
¿Cómo puede existir tanta maldad?




Yo no se cómo agradecer…

Yo no se cómo agradecer…
ni cómo mostrar mi querer…
a esos extranjeros,
reales compañeros…
que han llegado
a ayudar…
para apagar
los cientos de incendios provocados.
A paliar todos los dolores causados…
por tanto desalmado
que goza con el dolor,
que goza con el temor,
del que perdió todo lo que tenía,
del que herido gemía…
al vivir su propia agonía.

Yo no se cómo agradecer…
ni cómo mostrar mi querer…
a aquellos hermanos
que de lejos han llegado
a besar nuestras manos…
manos que se han quemado.

Yo no se cómo agradecer…
ni cómo mostrar mi querer…
a todos esos hermanos,
hombres mujeres y ancianos…
que han expuesto su vida
y también la han perdido…
ayudando a un alma dolida,
que el destino ha herido.

Yo no se cómo agradecer…
ni cómo mostrar mi querer…
a tantos que nos han amado…
a tantos que nos han ayudado…
dando amor…
y besando nuestro dolor.

Yo no se cómo agradecerte a ti…
por lo que has hecho por mi…
porque me has ayudado
con todo el amor que tú me has dado.



Para todos nuestros amigos norteamericanos, rusos, peruanos, haitianos, argentinos, brasileños, venezolanos, franceses y tantos otros que se me escapan… como nuestro glorioso Cuerpo de Bomberos de Chile, nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile... que sin pedir nada... lo han dado todo, hasta su vida... Tampoco deseo olvidar a los extranjeros que han venido a estas tierras, para compartir sus vidas, dentro de un mundo que nos ha dado mucho amor y esperanza... van estas letras, de un viejo poeta, que escribe, lo que todo mi Chile, con su corazón herido… desearía decir.


Humberto Silva Morelli… vuestro poeta.