domingo, 19 de junio de 2011

Cuando tú sonríes


Cuando sonríes…
tus labios son rubíes…
y tus ojos… dos bellezas
dos celestes turquesas.

Cuando tu corazón
me ha besado…
he volado…
en alas de la ilusión.

Cuando siento a tu alma enamorada…
cuando siento la dulzura de tu mirada…
sueño la más hermosa fantasía…
Veo a tu alma abrazando la mía.

Cuando veo en tus ojos el dolor…
y lo alejo con mis besos…
a ellos vuelve la dulzura…
la ternura…
de los cerezos
en flor.

Así he amado…
todo el amor que has dado
para mi.

Así he amado…
toda esa dulce alegría
que brilla en ti…
hermosa chiquita mía.




Humberto Silva Morelli
Stgo. 07 de junio de 2011

sábado, 11 de junio de 2011

Mi querido rabino

Mi querido rabino

Cuando mi amor moría,
ella quería…
lloraba…
rogaba…
que un rabino
la bendijera.

Ninguno vino…
No llegaron
a su cabecera.

No amaron…
No quisieron
bendecir
el vivir
de mi compañera.

Los cristianos
tampoco tuvieron corazón.

Sabiendo que ella moría….
nadie tomó sus manos
para dar Su bendición.

Sabiendo lo que ella sufría…
ninguno de los que yo conocía
tuvo un gesto…
ninguno estuvo dispuesto…
para aliviar su aflicción…

Pero un rabino recién llegado
que casi nadie conocía…
Uno que es de amor cortado...
de un amor que yo no creía
que aún existiera…
llegó…
y dio
el dulce amor
de primavera…
que ella buscaba…

Con ese amor ella murió…
sabiendo que el Creador
la amaba.

Y yo aún amo a los que la besaron
antes de partir.

Y yo aún amo a los que la amaron
hasta su último latir.



Mi querido rabino. Este poema es de Esther para ti y para todos los como tú. Recordando lo que una vez, tú hiciste por ella y por mi. No escribí antes porque aún siento el dolor de Esther cuando sabiendo que partía, no le daban el amor que ella deseaba. Aunque Esther ya está lejos de todas estas angustias, yo recién pude contar esta su partida y agradecer tu real acto de amor. A veces uno no puede escribir, por exceso de amor o por exceso de dolor.

Humberto Silva Morelli
3 de junio de 2011


Nota de interés:

Cuando yo comencé a buscar un rabino para que la bendijera, le conté mis tribulaciones a mi amigo el Rabino Tzvi Freeman que vive en Los Angeles USA, y él me envió el siguiente e-mail.


----- From: Tzvi Freeman

---- To: H. Silva

Sent: Thursday, March 13, 2003 6:59 PM

Subject: Re: Fire from heaven


May you be blessed with strength and light and joy, for you and your dear wife, in health and long, good life. G–d be with you and all that you do.



---- Rabbi Tzvi Freeman for Chabadonline

http://www.theRebbe.com/profile

sábado, 4 de junio de 2011

¿Soledad?

¿Soledad?
¿Recluidos en libertad?
¿Es sólo sentir de viejos,
de viejos que quieren gemir?

¿Por qué ir en el tiempo tan lejos,
tan lejos para sufrir?

Todo se inicia al nacer.

Al nacer nace el amor,
con amor, nace tu ser,
y con él, nace el dolor.

En blanco llega tu mente
en blanco para valer.
Uno es su propio docente
hasta que puede aprender.

Al forjar nuestro destino,
entre opciones a elegir,
andando abrimos camino,
es nuestra huella al vivir.

Cuando se va la inocencia
de nuestra inconsciente niñez
sólo añoramos su ausencia,
al llegar a la vejez.

Al fin logré mi familia,
la que tanto deseé.
Partió con la chiquilla
con la chiquilla que amé.

Pasan los años volando
volando y sin piedad.
Así todo pasando
se vuelve a la soledad.

Se van los seres queridos,
se van para no volver.
Nadie vuelve a su antiguo nido,
aunque se quiera volver.

Padres, hijos y nietos,
amigos y parecidos,
unos se van por completo
otros se van al olvido.

Por eso la frase ligera:
“Ha crecido tu heredad.”,
ojalá creerla pudiera,
porque se que no es verdad

Con todo lo que se ha ido,
es harto lo que me han dado.
Es hermoso y bienvenido,
lo mucho que me ha quedado.

Si la vida es ilusión,
recordemos su belleza.
Recordemos la pasión
del poeta que nos reza:
“El mayor bien es pequeño,
pues toda la vida es un sueño,
y los sueños, sueños son.”







Humberto Silva Morelli
23 de mayo de 2006