Después
de ver tu corazón.
Te
adoro chiquilla.
Eres
más que una ilusión.
Eres
la estrella que brilla,
en
lo alto suspendida,
cuya
luz es luz de vida,
en
un cielo de aflicción.
No
me canso de mirarte.
Eres
sol y poesía.
Eres
más que todo el arte,
pues
en un mundo infinito,
eres
tú lo mas bonito,
que
haya visto luz de día.
Tu
belleza es completa.
Espejo
del alma es tu faz.
Luz
que la pluma interpreta,
mirando
tus ojos profundos,
de
bondad y amor fecundos,
de
pureza y mucho más.
Hay
miseria donde mire.
Cubre
el lodo todo ser.
Y
aunque el mundo raudo gire,
escondiendo
su negrura,
quedas
tu con tu dulzura,
sosteniendo
mi querer.
Para
mi es tu cariño
la
razón de mi existir,
ya
que espero como un niño,
y
su pureza vehemente,
sentir
lo que se siente,
en
el bello vivir.
Quiéreme mucho mi cielo.
Manténte pura mi bella flor.
Sigue siendo la mujer que anhelo,
la mujer que borda mi hermoso
ensueño,
donde yo soy tuyo y también tu
dueño,
donde tu eres siempre mi primer
amor.
Humberto Silva Morelli
Este poema es del año 2005, cuando mi Esther aún vivía y yo sentía que ella partía. Por eso yo necesitaba que ella se sintiera amada y protegida, por mi amor, el amor que por ella vivía.