jueves, 24 de agosto de 2017

Cuando iba pasando la vi




   
Cuando iba pasando la vi,
taconeando con bello andar.

Era hermosa,
era diosa,
era así.

Caminando era pantera.
Era bella, bella entera,
 caminando la vi.

Su cuerpo ondulante,
era cual fina armonía,
que baja y sube anhelante,
siguiendo la melodía.

Sus plantas tocaban la tierra,
tierra llena de dolor,
que entre sus garras encierra,
tanto maldad como amor.

Era un sueño de ambrosía.
Un sueño hecho de mar.
Era ritmo y poesía,
taconeando con bello andar.

Mientras esto el pensaba,
una mujer se alejaba
con lento y seguro andar
Y a esa mujer un día,
yo creí verla pasar.



Nota agregada ahora, como 70 años después de ser escrito este poema.

Eso de “creí verla pasar” no es cierto… porque la vi, la busqué y finalmente, durante años, fuimos un feliz matrimonio con Esther (Z. L.).


Humberto Silva Morelli 

jueves, 3 de agosto de 2017

Cariño mío…




Cariño mío…

Cariño mío…
Bella como el rocío
sobre una flor.

Sin tu amor…
mi vida no tendría
sentido.

Sin tu amor…
yo no sería
lo feliz que he sido.

Yo no viviría…
la utopía
que he vivido.

Querida mía…
Gracias por ser
mi luz de amanecer
en cada día.

Gracias por haberme amado…
por haberme dado
la felicidad que mi alma quería…
para cada latido,
que ha vivido…
mi corazón enamorado.



Humberto Silva Morelli