viernes, 29 de julio de 2016

Viejos recuerdos


No se por qué, hoy día, me acordé de una vieja canción que cantaba mi madre para dormirme, cuando yo era chico y no muy chico. Aquí mis recuerdos se sitúan entre mis 4 y 7 años. Aunque de eso hace más de unos 80 años… aún y sólo en parte, la recuerdo. También hoy recordé que mi bisabuelo, Luigi Morelli fue contratado desde Chile en Italia, para construir los ramales de la línea férrea que años atrás, unía a Chile desde Puerto Montt hasta la Calera. En esa época éramos un país en el que, y aunque después de una larga guerra… se gobernaba para el futuro. Pero eso duró muy poco. Ahora veo que desde fines del Siglo XIX hasta hoy, siempre ha gobernado el bolsillo de los poderosos, lo que para mí sólo ha demostrado, que la cultura de un letrado, no siempre va acompañada con algún grado de inteligencia. Y esto lo digo porque recuerdo que hasta 1950, muy aproximadamente, funcionó el ferrocarril al Sur y al Norte de Chile, como el mejor medio de transporte uniendo al país. De a poco y dentro de una larga agonía, el ferrocarril, fue siendo reemplazado por los buses, hasta que la dictadura de la derecha con sus sirvientes armados, decretó su muerte. A diferencia de lo ocurrido en mi país, miro con envidia los ferrocarriles que funcionan en casi todos los países… ¿desarrollados? … ¿civilizados? del mundo y muy especialmente al antiquísimo (creado en 1872) y actual Expreso Oriente, en el que viajó hace poco un gran amigo mío. Cualquier equivocación de lo expresado, corre por cuenta de esos… mis recuerdos que aún restan, y que son mantenidos a pesar de mi avanzada edad y por eso espero que ese equívoco sea perdonado. Como aún ahora la encuentro muy bonita y es un recuerdo de felices tiempos idos y como una hermosa añoranza, que a muchos viejos puede traer evocaciones olvidadas, entrego la canción de la Abuelita Flora puesta en el éter por You Tube(*), con la letra que yo recuerdo cantaba mi mamá.

Chiqui Chiqui Chiqui Chaca que ligero corre el tren
Arrastrando los vagones por el riel de acero gris
Por las cuatro direcciones cruzan trenes el país
Por su negra chimenea sale el humo del carbón
Y el caldero chiquetea blancos chorros de vapor
Chiqui Chiqui Chiqui Chaca que ligero corre el tren
Y cual suave como hamaca que la brisa va a mecer
Lleva tanto, tanto peso mucha carga y gente y más
Pero el tren es un progreso Corre y corre sin cesar
Chiqui Chiqui Chiqui Chaca que ligero corre el tren
Arrastrando los vagones… (repetir hasta que el peque se duerma).




(*)https://www.youtube.com/watch?v=49C3wLn2Op8




ACOTACIÓN NECESARIA

Curioso. Este es uno de mis trabajos más leídos por ustedes y más queridos para mí. Quizá porque si no es totalmente mío, pertenece a mis recuerdos… y uno sólo recuerda lo más doloroso y lo más querido. Yo aún tengo un viejo libro que se llama “INDICADOR DE LAS ESTACIONES DE CHILE”, AUTORIZADO POR LA DIRECCIÓN DE LOS FERROCARRILES DEL ESTADO… SEGUNDA EDICIÓN 1944, donde aparece Constitución, el pueblo donde yo nací, como ramal de Talca y con 13 estaciones hasta llegar a Constitución, en su página 61. 

Quizá mi cariño por los FF.CC.del E. se debe a que mi bisabuelo Luigi Morelli y casi al término del siglo antepasado, fue contratado en Italia para construir ramales del FF.CC. del E. de Chile y al parecer el último que construyó fue el de Talca a Constitución. De allí es mi familia. Poco antes de llegar a Constitución, este ramal cruzaba un puente de fierro sobre el río Maule. Al final del puente colocaron una placa de recordación. Ahora yo no se si aún está allí o el óxido se la llevó.

Este viejo recuerdo ha vuelto a nacer esta semana (02/09/2019), cuando nuestro presidente Piñera, anunció el posible próximo retorno a la vida de los FERROCARRILES DEL ESTADO, después que la dictadura de Pinochet y sus cómplices, le quitaron su financiamiento… prácticamente la mataron en 1978.

Sin duda alguna esa dictadura cometió muchos crímenes, penados por todos pensamientos morales del mundo. Pero esto no es un crimen… lo único que en este caso hizo, fue quitarme las ilusiones… y eso también duele.

Querido lector, les cuento esta historia porque no se si voy sentir… aquí o en el Más Allá… nuevamente a mi mamá cantar: CHIQUI, CHIQUI, CHIQUI CHACA ¡Qué ligero corre el tren!... Pero ustedes lo podrán sentir nuevamente en Chile… y con eso he vuelto a soñar.

Humberto Silva Morelli… vuestro poeta.

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