Pequeña
niñita boliviana…
Pequeña niñita boliviana.
Chiquita y hermosa hermana.
El hambre te mató cuando
no debías morir.
La indiferencia te mató
cuando debías vivir.
Ella estaba encerrada…
mientras el Covid mataba.
Su familia no comía porque
no tenía para comer.
Su familia vivía sin
comprender.
Estaba encerrada y no
podía pedir.
Estaba confinada y no
podía salir.
Desgraciadamente… en esta
tierra… la guerra es guerra.
Durante dos días ella y su
familia no salió.
Durante dos días, ella y
su familia no bebió.
Durante dos días no
comieron y no bebieron, porque estaba prohibida la salida.
La familia estaba en cuarentena
recluida.
¡Qué dolor! ¡Qué falta de
amor!
¡Qué corazón más frío!… ¡Dios
mío!
Sólo era una niñita que
recién nacía para vivir… y tuvo que morir, porque no podía salir.
La muerte y su guadaña hoy
tiene una lágrima en su pestaña, mientras un pedazo del alma mía la acompaña.
Muchos corazones lloraron…
cuando esas cuerdas te colgaron… cundo te dejaron morir, matando tu vivir.
Pero eso no es cierto…
porque aún no has muerto… Eres una bella estrella de amor, que con todo su
dolor… guía mi camino. Fue tu destino.
Allá lejos nos encontraremos,
nos abrazaremos y olvidaremos que un día, unos soldados mandados, no te dejaron
salir para pedir y rogar por comida. Entonces olvidaremos que salvaron tu vida,
dejándote morir.
Humberto Silva Morelli
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