martes, 24 de diciembre de 2019

Una carta para mis nietos…




Esta semana, para mí, es JÁNUKA… es la semana de la luz… es la semana del amor. Para los cristianos, mañana también, aunque en forma diferente… es el día del amor. Y como nuestro D’s es el mismo y la esencia de nuestros sentimientos fluyen hacia el amor, hoy publico esta carta, que originalmente fue para un nieto mío, pero que ahora es para todos los nietos, los míos y los no míos, aunque las vidas resumidas de los bisabuelos sean diferentes.


Una carta para mis nietos…


La carta que a continuación presento, fue escrita en el año 2004, para uno, y después para todos, mis nietos. A menos esa fue la intención. En esa época, Esther, mi primera esposa aún vivía. Yo aún la cuidaba sin hacer otra cosa que cuidarla, lo que económicamente, podía hacer… sabiendo, o mejor, presuponiendo el desastre económico que después tendría que soportar.

En ese año, el 2004, yo quise empezar a ser yo, lo que postergué para cuidar a mi señora, después que le dieran no más de unos tres meses de vida, por su cardiopatía. Después de varios fallidos intentos como escritor de mi biografía, comencé a aprender a escribir poesía, lo que ustedes mis estimados, unos treinta mil (30.000.) lectores de este blog… y más en otras publicaciones… leídas en casi todos los países de mi mundo occidental y relativamente democrático… han refrendado.

Pasaron los años y hoy, iniciando el año 2020, hurgueteando en mi computador, reencontré esta carta. La leí y la encontré bella… no porque quiso ser escrita como poesía, sino porque fue escrita con el corazón. Y como las letras bellas debieran ser conocidas, decidí hacerlo, después de este breve preámbulo.

Hoy estamos en el año 2020.  Esther mora en el cielo de mis recuerdos, desde diciembre del 2006 y sin que nadie reemplace a nadie, hoy tengo el amor de Ruth, que es parte mía, como lo fuera Esther. Ambas, Esther y Ruthy, descienden de familias que tuvieron que huir de sus respectivos países (Rusia y Alemania), para salvar sus vidas, por el tremendo delito de ser judíos. Ambas fueron y son las musas que han inspirado mis poemas.

Ruthy, es mi esposa y compañera desde 2008 hasta hoy. Ella leyó este escrito y lo suscribe… porque ella ama a todos mis amores… porque creo que ella es amor. Creo que es así. Y de lo que ella me ha contado… yo hubiera amado a sus padres, si los hubiera conocido… como antes amé a mis primeros suegros.

Lo dicho es lo que pensamos hoy RUTH Y HUMBERTO.

En las siguientes líneas, va el escrito aludido.



CARTA DE YEYE y BOBE. CARTA DE HUMBERTO Y ESTHER, PARA UN NIETO NUESTRO… ESCRITA EL AÑO 2004.  


Querido nieto nuestro:

Yo el Yeye, y preparándome para el cumpleaños de uno de ustedes, pensé: ¿Qué le voy a regalar? No le puedo enviar un regalo material, por su lejanía. Pero podría ser una carta. ¿Una carta diciendo... te quiero? Como eso él lo sabe, tampoco sería un regalo. Entonces pensé en un poema. Después comencé a escribir, y cuando leí el primer esbozo, supe que mis letras no eran un regalo sólo para él. Después vi que en ellas algo faltaba y lo puse. Faltaba el amor que yo tuve por mis abuelos, en épocas muy lejanas para Uds. pero que son un segundo para mi. Con este agregado la misiva me pareció completa. Así Uds. ven lo que yo di y también lo que hoy creo tener. Esa es la vida, mía y de Uds. Y este es mi regalo. Nuestro regalo. Creo que es el mejor, porque les mando mucho cariño, mucho amor. Y Esther, la Bobe, ¿qué les manda, además de compartir mis letras? En esta carta y de ella, sólo va un beso y una lágrima. Un beso porque los quiere, y una lágrima por el dolor de la lejanía y por la alegría de sentir vuestro amor.

Finalmente, y copiando a Rubén Darío, este regalo, Bobe y yo… nuestro regalo lo enviamos:

Con un verso,
una perla,
una pluma
y una flor.


EL PADRE DE MI PAPÁ:
PANCHO SILVA VALDERRAMA

Fue el papá de mi padre y murió antes que yo naciera. También fue madre al irse su compañera. Francisco se llamó y fue un héroe de cien batallas que al Morro de Arica abatió. ¿Qué importan las medallas al lado de lo que él nos dio? Balmacedista perseguido. Idealista, pobre, amado y fiel. Y según lo que he sabido, de facha soy como él. Si la vida es un latido que sólo trunca la muerte: Siento que te hallas ido, antes de conocerte. Sería hermoso encontrarnos, aunque yo no sepa quien fuiste. Siempre lo bueno es amarnos y lo malo es que moriste. ¡Siento que te hallas ido, sin esperar el latido, que me dejara verte!



EL PADRE DE MI MAMÁ:
RAFAEL MORELLI TARANTINO


Mi hijo se llama como él. Era dulce y cariñoso. Era un viejo muy hermoso. Así era Rafael. Por ser un hombre brillante, recto, justo y querendón, fue un esposo amante, que aún siendo extranjero y de estar hecho de acero, fue votado como alcalde por todo Constitución (*). En esa época de bonanza y años de ilusión, mis padres se conocieron. Del amor que tuvieron, nació esta crianza en el puerto de Constitución. Mi madre me paseaba en la plaza. En la plaza de Constitución. Plaza que hizo mi abuelo y su amigo Enrique Don. Mi madre jugaba tenis en el club de Constitución, ubicado en el estadio, estadio que hizo mi abuelo y su amigo Enrique Don. Mi madre iba a la playa, playa de Constitución, por el camino que hizo mi abuelo y su amigo Enrique Don. Yo jugaba en la plaza, en la plaza de Constitución, corriendo en la glorieta, glorieta que hizo mi abuelo (RM) y su amigo Enrique Don (ED). En las tardes iba al río, iba al muelle, al muelle de Constitución. En el muelle del “Castillo”, al lado de la mansión, yo jugaba de chiquillo, sin tener moderación. No se como pasó, el que siendo un muelle privado, se desprivatizó. Algo de ello fue arreglado, por mi abuelo y Enrique Don. Hoy como el tiempo ha pasado, nadie recuerda al abuelo, ni tampoco a Enrique Don. Ni una calle Rafael, ni una calle así lo se. Solo queda en la glorieta, glorieta que hizo él y su amigo Enrique Don, algo que a penas se ve. Una pequeña placa y medallones de fierro. Creo que no yerro. Que eso es todo, todo y nada. Unos dicen RM y otros ED. Son letras olvidadas. Son letras que nadie ve. A lo mejor también se han ido, y si se han ido no lo se. Después cuando fui mozuelo, mozuelo me enamoré. Esther conoció al abuelo y también lo quiso mire. Era luz, así era él. En mis brazos y junto a ella, el abuelo hace tiempo se fue. Ella dijo:  Si tenemos un hijo, se llamará Rafael. El abuelo será su estrella. Será la estrella que yo se. Si en algo he mentido, sólo ha sido el olvido. Y aunque el tiempo ha pasado, yo no he olvidado, a ese viejo abuelo, que fue alcalde de Constitución.



RECONSIDERO...

Las palabras que siguen, fueron escritas en marzo del 2005, después que Aldo Morelli, sobrino-nieto de Rafael [mi abuelo materno], me expresara y yo aceptara y comprendiera su sentir sobre


No siempre va al olvido…
todo lo que siente un corazón.


Aldo ha defendido
con ardor enamorado,
ese bronce colocado
en la plaza de Constitución.
Colocado donde han amado,
amado y olvidado,
amado perpetuado…
¿una promesa de amor?
Ese amor que es luz de cielo,
que recuerda al abuelo
Morelli Tarantino (MT)…
y a su amigo Enrique Don (ED)
en la plaza de Constitución.
Ese es amor de viento marino,
tierno como una flor,
y tan suave como el vino
que alegra nuestro vivir.
Viejo, has sido amado.
Yo estaba equivocado,
porque nadie puede decir
qué regalo es el mejor…
para un sentimiento de amor.



HOY, EN EL CUMPLE DE MI NIETO “..........”,
Y PARA CADA UNO DE MIS NIETOS
DE VUESTRO YEYE

Yo digo:
¿Por qué te quiero, nieto mío?
¿Qué me has dado para ese amor?
¡¡¡Qué increíble desvarío
de dulzura y de dolor!!!

Cuando naciste ellos dijeron:
- Igualito a su mamá.
- Esa nariz respingada(?),
esa manito doblada(?),
es del brazo de papá.

Yo pienso:
Los que ven en el chiquito,
las gracias de sus amores,
tienen un mundo mundito,
llenito de ganadores.

Sucede:
El niño crece
y hay que educarlo.
El florece
y hay que amarlo.

El nieto piensa:
Mi mamá
siempre comprende
y trabaja con mis lecciones.
El papá
exige, mima y ofende
¿Quién entiende mis aflicciones?
El Yeye ya esta viejo,
y por eso desechado.
Ya no da ni un consejo,
Está mudo, siempre callado.

Y yo digo:
Mi lindo nieto.
¿Por qué te quiero,
si me crees obsoleto,
y me siento un forastero?
¿Será porque te he arrumado,
querido y protegido?
¿Será porque me has amado,
desde el fondo de tu olvido?


Aunque hasta aquí llega el escrito del 2004-2005 (ligeramente modificado). Finalmente debo recordarte, estimado lector, que muchas de estas letras fueron escritas hace 16 años. Desde entonces, todas las vidas de mi familia han cambiado. La familia se ha disgregado… porque no todo lo que ha pasado, lo he aceptado. Varios de de mis nietos hoy son viejos casi cincuentones, y sólo por eso, ya no van a cambiar. La vida es así. Uno no puede esperar que haya amor donde no lo hubo, o cuando se acaba… ni puede dejar de amar lo que uno amó, sólo porque ya no esté. La vida es bella, sólo si uno la sabe llevar. La vida es bella, sólo si uno es amado y sabe amar… y amando sabe dar.


Humberto Silva Morelli
Hoy vuestro poeta. 







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