martes, 29 de noviembre de 2016

La modernidad debiera ser repensada


La bondad
hoy ha sido eliminada…
destrozada…
basureada…
y con ella todo lo bueno,
que hace al mundo pleno
desde la eternidad.

La modernidad
debiera ser repensada.
Ha tomado
un camino equivocado.

¿Dónde están los sonidos
con melodía?

¿Dónde está la cortesía
de los tiempos idos?

¿Y la solidaridad
con el humillado?

¿Y la urbanidad…
que tanto se ha olvidado?

Falta la universidad
y la escuela del estado…
porque hoy todo es pagado.

Hasta el agua que bebemos…
el agua que cae del cielo…
al tocar el suelo
es un bien privado…
que por ser privado
no lo tenemos.

Hasta la honra hoy se compra y se vende…

¿Comprende?

Debemos cambiar…
¿Pero en quién se puede confiar?

Mis derechos…
sólo al votar
los he vendido…

Son desechos
en un mundo podrido.

Y como no se cómo emporcar
mi propio nido.
ahora sólo pido
lo que me puedan dar.

Y si lo supiera,
aunque pudiera…
no lo haría.

No vendería
mi neshamá…
ni siquiera a mi mamá.

El alma sólo se puede dar.
Es como el querer:
No se puede comprar
ni vender.

¡Qué lío! …
¿Cómo se puede mejorar,
dentro de lo posible,
a este insensible
mundo mío?



Humberto Silva Morelli 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Nuestra forma de mirar…


Todo depende de nuestra  forma de mirar…

Podemos ver que todo es amor
que todo es dolor
o que todo es un simple pasar.

Todo depende de nuestra  forma de mirar…

Podemos sentir la alegría del vivir
la tristeza del morir
o sólo sentir nuestro lento agonizar…

Todo depende de nuestra  forma de mirar…

Podemos vivir derrotados
o vivir felices siendo amados
en un cielo de nunca acabar…

Todo depende de nuestra  forma de mirar…

Podemos dar o ignorar
Podemos amar u odiar
Podemos vivir la alegría que da la vida
O vivir en la muerte donde todo se olvida…

Todo depende de nuestra  forma de mirar…

Pero si amas y eres amado…
el cielo te ha tocado…
y tu alma te ha besado…
Has mirado
como se debe mirar…
                                                                                                                            



Humberto Silva Morelli 

jueves, 17 de noviembre de 2016

Los animalitos que he querido.



Cuando yo era un pequeño regalón…
tenía un bonito
lorito
mamón…
que me amaba…
y me besaba
el corazón.

Después que murió mi lorito
no tuve lorito,
gatito,
ni perrito
que me molestara,
que me amara
hasta que me casé.

Entonces compré
un perro chiquito
y también bonito…
que de grande sería
alto-fornido…
y viviría
en el patio interior
de mi nuevo nido
de amor.

Después tuve más perritos
bonitos…
criados
y educados…
pero eran como la gente…
cada uno diferente
aunque todos nos dieron amor.

El primero fue inteligente
y cuidador.

Otro saltaba panderetas
y puertas completas.

El último fue un dulce bombón.

Un negro panzón
y mamón…
que lo quisimos…
y por quererlo lo dimos…
cuando supe que ella iba a partir.

Yo estaba herido…
Y cuando ella se hubo ido…
¡Quise morir!

Pero D’s no lo quiso…
no hizo
caso de mi dolor,
al darme un nuevo bálsamo de amor.

Y fui amado.
Y nuevamente caí enamorado.

Volví a vivir.
Y volví a sentir…
que la vida corría a mi lado.

¿El ruaj de mis perritos,
estará en el cielo…
con la neshamá
de su mamá?

Ahora tengo dos gatitos...
cariñosos
melosos.

Nuevamente vivo enamorado.
Nuevamente me han amado.
Nuevamente me han besado.

Así es la vida.
Simple y escondida…
complicada y pervertida.
Difícil de entender…
Pero si tú la sabes querer…
ella será tu amada.
Será tu eterno renacer.


Humberto Silva Morelli 

domingo, 13 de noviembre de 2016

¿Cuántos niños…


Para que una sociedad se arrepienta, debe saber dar amor.


¿Cuántos niños
viven
y lloran
por un poco de cariño?

¡Cuántos de esos chiquitos
gimen
e imploran…
estirando sus manitos
pidiendo amor…
y son abandonados…
botados
como sucia basura
en la noche impura…
del dolor?

¿Cuánto niño abusado…
torturado
es botado
en su miseria…
en un convento…
o en un hospital
de la periferia…
sin un lamento…
como un pequeño animal?

¿Cuánto niño vive robando
matando
porque lo mandan matar
y le enseñan a odiar?

¿Qué culpa tiene ese niño
por su falta de cariño…
por su maldad
enseñada…
en una sociedad
castrada
y llena de iniquidad?

¿Quién castiga
a una comunidad…
corroída
carcomida
y destruida
por la maldad?

¿Acaso no es demencia
la falta de amor?

¿Acaso no hay conciencia
cuando se causa dolor?

Eso no se castiga.

Nadie nos obliga
a buscar un mundo mejor.



Este poema lo escribí, cuando conocí de primera mano, casos de niños abusados.... abandonados.


Humberto Silva Morelli. .

domingo, 6 de noviembre de 2016




Gracias GOOGLE… No sólo mis agradecimientos personales por desearme un Feliz Cumpleaños, sino por ser la "Biblioteca de la Cultura Mundial" y abrirme sus puertas para que mis versos al amor, puedan llegar a todo nuestro mundo civilizado.

Humberto Silva Morelli
Sólo un poeta.


Stgo. 6 de noviembre de 2016

9 Años atrás



9 años atrás
destrozado quizás…
Mi alma atribulada…
pedía ser amada…
y sangró.

Y yo…
abandonado
en la soledad olvidada…
sentí el dulce amor
de su mirada.

Señor…
hoy
ya no estoy
solo ni olvidado.
Hoy la amo y soy amado.
Hoy la cuido y soy cuidado.

Hoy tengo la felicidad buscada
para mi alma enamorada.




(Así conocí a Ruth en el atrio de mi Sinagoga y al término de mi duelo religioso, el 2 de noviembre de 2007)


Humberto Silva Morelli 

martes, 1 de noviembre de 2016

La vida es bella…




La vida es bella,
pero no para todos…
Aunque se acerca el día
que todos la podrán gozar.

El sol es bello,
pero no para todos…
Aunque se acerca el día
que todos lo podrán gozar.

La nieve es bella,
pero no para todos…
Aunque se acerca el día
que todos la podrán gozar.

La noche es bella,
pero para no todos…
Aunque se acerca el día
que todos la podrán gozar.

El amor es bello,
pero no para todos…
Aunque se acerca el día
que todos lo podrán gozar.

Trabajar es bueno,
pero no es bueno para todos…
Aunque se acerca el día
que todos disfruten el trabajar.

Cuidar nuestro mundo es bueno
pero no para todos
Aunque se acerca el día
que todos lo van a cuidar.

Y cuando…
vivamos amando.
Miremos gozando.
Sintamos disfrutando
y trabajemos generando…
habremos recreado
nuestro Edén.

Y será el Edén buscado,
el Edén amado…
perdido…
hundido…
en un mundo destrozado
por el dolor.

Y recuperaremos el Edén entonces perdido…
sólo por falta de amor.


Humberto Silva Morelli