La Luz
(Canto a la profundidad, bondad y trascendencia
de dar luz)
Ayer
aprendí a ver…
la luz.
Ayer
aprendí a entender…
la luz.
Aprendí a querer…
la luz.
a beber…
de la luz.
Ayer
a aprendí a creer
en la luz.
Esa luz que siempre es…
y siempre está.
Esa luz que después…
jamás
se va.
Esa luz que sólo queda atrás…
cuando vemos
nuestra confusión…
y la maldad
de la negación.
Entonces debemos
volver a iniciar…
volver a separar
la luz de la oscuridad.
Debemos
volver a amar…
la bondad.
Y volver a ver
la luz que es amor.
Volver a querer
un mundo mejor…
Recién ayer
pude entender…
la belleza
del amanecer…
y la tristeza
de cualquier
anochecer.
Sólo es la luz la que está muriendo…
Sólo es la luz que se está yendo
y que no la sabemos encender.
Y con la tristeza olvidamos que la Luz siempre está…
que la Luz nunca se va.
Olvidamos que nuestro corazón siempre la anida…
y anidará…
porque “la luz” es “su vida”
y mientras haya un corazón latiendo…
un corazón sintiendo…
ella nunca se va…
ella siempre está…
Ahora recién entiendo…
el hermoso milagro de Janukah.
Humberto Silva Morelli
Así yo lo entendí ayer
enero de 2012
Cuando tu alma cree entender el significado de un milagro... tú comienzas a ser parte de el. Cuando tu alma cree entender el significado del amor... tú comienzas a ser amor.
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