martes, 27 de enero de 2015

Tamar… Querida bisnieta mía.




Tamar… Querida bisnieta mía.

Eras chiquitita
y bonita
cuando el amor levantó tu mano
y le escribiste a este anciano…
ese día.

¿Por qué?
No lo se.

Sólo se que una estrella de amor
entonces iluminó mi vida.

Sólo se que aliviaste un dolor
que yo tenía…
que al matarme yo moría.

El amor de tu alma inocente…
te hizo mejor…

Te hizo valiente…

Con respeto
y sin que eso fuera ningún secreto…
me llamaste…
me amaste…

Y yo sentí
que en ese instante renací…
para ti.

En un tiempo más…
cuando sólo mi recuerdo te acompañe…
cuando el hoy sea ese pasado
que todos dejamos atrás…

Cuando ya nadie me extrañe…

Cuando yo sea olvidado…

Relee estos versos niña mía…
sólo para recordar cuánto yo te quería.




Humberto Silva Morelli
Enero del 2015


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