Su
pueblo esclavo.
El Señor,
eligió a un pueblo esclavo
lleno de dolor,
como su pueblo
para dar amor.
Para dar su vida
siguiendo su mano extendida.
El Señor sabía
que ese pueblo siempre viviría
a su lado,
dando amor
como el que Él le había dado.
También sabía El Señor,
que muchos huirían…
que no le seguirían,
o lo negarían…
porque temían al dolor.
Otros huirían…
porque no querían
o tenían miedo de dar el amor
que Él les había dado.
A veces es muy fuerte el dolor
de estar a Su lado
Pero en el Cielo todos sabían…
que muchos llegarían
para dar Su amor,
sin importar el dolor
que sentían.
Yo siento
que todo el mal pasará…
y siento…
que el bien llegará…
pero todo será lento.
Tendremos centurias
de penurias…
pero el cielo llegará
ese lejano día…
cuando nuestra alma crecerá
para tomar su mano extendida.
Y recién entonces,
sonarán los bronces…
y Él dirá…
¡Misión cumplida!
Y
todo esto será, después de lo que suceda en el Valle de Josafat “y les diré a
los que no habían sido Mi Pueblo: “Son Mi Pueblo” y ellos contestarán “Tú eres
mi Dios”(Oseas 4:25).
Humberto Silva Morelli
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