Desilusión
Cuando subí a los tejados
de unas casas vecinas,
miré por todos los lados,
incluso en las esquinas.
La imagen que tengo grabada,
se parece a mucha gente:
Muy bonita la fachada,
pero el fondo es indecente.
Este poema lo escribí cuando aún era menor de edad y de viejo lo he corroborado. Siempre hay
excepciones que confirman la regla. Y dentro de las excepciones, siempre hay
gente llena de amor.
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