Con las
velas encendidas
Se sentaron
y con las velas encendidas…
y bendecidas…
oraron.
Después de las oraciones…
Después de las bendiciones…
comenzaron a celebrar…
la alegría del vivir…
del sentir…
de amar.
Un ángel había caído
del cielo estrellado…
Un nieto había nacido.
ÉL se los había mandado.
Mientras brindaban por la vida…
llegó la muerte.
Que triste fue esa suerte…
Que triste partida…
si al brindar por la vida…
entra la muerte.
Cuando el nieto llegaba
el abuelo moría…
sin haberlo besado.
Cuando el hijo llegaba
el padre moría
sin haberlo abrazado.
Cuando el sobrino llegaba
el tío moría
sin haberlo acunado.
¿Cómo puede haber un alma que cause tanto dolor?
¿Cómo puede haber un alma que no conozca el amor?
El fanatismo…
en todas sus formas… siempre es lo mismo.
Esto sentí cuando supe que un
terrorista musulmán atacó a una familia que en su mesa de Shabat, en arbit,
celebraba el nacimiento de un nieto, o un hijo o un sobrino. Las víctimas son
Yosef Salomon de 70 años, Chaya Salomon de 46 años y Elad Salomon, de 36 años.
La esposa de Yosef, Tova, de 68 años, fue herida de gravedad y sometida a una
cirugía en el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén.
Humberto Silva Morelli
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