¡Qué desvarío!
¡Qué pena D’s
mío!
¡Qué locura!
Sin querer…
y frente a un
mall
cuya luz es
luz de sol…
vi a una pobre
mujer…
pobre de
solemnidad…
con una blusa
de basura,
que sin
calzones ni pollera…
caminaba…
y caminando mostraba…
toda su intimidad.
Sin vergüenza
ni maldad.
ella era pobre
de pobreza entera…
De pobreza desvestida…
que estaba muerta
en vida…
cansada de
caminar.
Cansada de
llorar.
¡Que tristeza
mi Señor!
¡Cuánto amor
le negábamos a
ella…
a esa pobre
doncella
llena de dolor!
¡Que tristeza
mi Señor
¡Cuánto amor
le negábamos
a esa pobre vida
desvestida…
que sin pudor
mostraba su
dolor!
Y mientras avergonzado
yo moría…
alguien decía…
“Es la vieja
loca la que acaba de pasar.”
Y yo que pasé
a su lado
no la supe
ayudar.
Humberto Silva Morelli
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