Un pajarito chiquito
que recién quería volar…
cayó de su nido…
y así disminuido,
fue cazado…
- el desdichado -
por un gato del lugar.
Mientras el pajarito piaba
- que es su forma de llorar
-
mi esposa lo rescataba
de los dientes que lo
quebraban…
que lo mataban.
Mi esposa
que tiene un alma hermosa…
alma que yo siento
como el viento
que hace cantar
a las olas del mar…
a las olas del mar…
me preguntó:
¿Qué hacemos con él ahora…
que lo acabamos de salvar?
¿Acaso llegó
la hora
de dejarlo volar?...
Una noche lo guardamos…
lo cuidamos…
y a la mañana siguiente lo
soltamos…
porque ya podía volar.
Y volando se fue…
¿Que sería del pajarito que
acabábamos de salvar?
No lo se…
Sólo se
que volando se fue.
Humberto Silva Morelli
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