La encrucijada
por la que hoy atraviesa mi vida me ha hecho pensar… y pensando escribo… lo que
me permite olvidar por un momento… el dolor de mis aprensiones, ante el riesgo
que correrá mi amada… sólo para estar un rato más conmigo, quitándole unos instantes
a la eternidad del olvido.
Los cambios han llegado…
Todo
lo que sea el escribir
a
mano,
está
a punto de morir...
y
temprano.
Todo
lo que sea estudiar
repitiendo,
está
a punto de variar…
haciendo.
Aún
no entendemos
los cambios que han
llegado…
y se han quedado.
No los queremos.
No los comprendemos…
pero ya no se van de tu
lado.
Es
ley conocida
e ignorada…
que la olvidada
y aviesa
ley de nuestra vida…
expresa…
Para cambiar…
hay
que olvidar
lo que uno ha sido.
Para cambiar…
no se debe recordar
lo ido.
Sólo cuando todo ha quedado
en el olvido…
se puede volver a amar…
Se puede volver a
empezar.
Sólo al no vivir en tu
pasado…
puedes volver a caer
enamorado…
Y como parte del vivir
es el morir…
recordemos lo que un poeta
hace tiempo dijere…
“Hasta la muerte que nos hiere…
lentamente muere…”
Muy lentamente…
ella también se muere…
¡Miserere!
Humberto Silva Morelli
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