¿Por qué Señor…
otra vez te
quieres llevar a mi amor?
¿Por qué otra
vez me has abandonado?
¿Por qué
nuevamente me has dejado…
en el centro del
dolor?
¿Para qué me das
el vivir…
si vas a herir
todo lo que he
amado?
Compadécete de
mi herida
y ahora deja con
vida…
y ahora deja a
mi lado…
a este corazón
que me ha cuidado.
A ese corazón
enamorado…
Si a ella te la
vas a llevar…
no la dejaré de
amar…
Iré con ella
a donde ella
vaya a estar.
¡No me vuelvas a
matar!
¡Ayúdame Señor!
Déjame vivir…
Déjame sentir…
Para mí no pido
nada.
Sólo te pido por
ella…
Sólo te pido por
mi estrella
amada.
¡No te lleves a
mi amor!
¡Así ayúdame
Señor!
Hoy…
20 de noviembre de 2013.
Siete
años después de haber revivido.
Estimado lector… Si al leer
estas palabras, las ha sentido tu alma… gracias… has rogado por la vida… has
rogado por tu vida… y también has rogado por mi Ruth… y yo te lo agradezco.
Humberto
Silva Morelli.