No he
podido escribir…
Estoy
enfermo de melancolía.
Por eso…
no he
podido describir
la
belleza del día.
Por eso…
no he
podido sentir…
la
alegría
que antes
sentía.
Por eso…
no he
podido vivir
el amor
que yo tenía.
Hoy… sólo
estoy enfermo del dolor
de amor.
Sólo tú
querida mía…
que has
estado al lado
de mi
corazón enamorado…
has visto
cómo yo me consumía.
La vejez
sólo recuerda lo ido…
lo
perdido…
La vejez
nos abandona…
nos
lesiona…
por no
volver
a tener
lo que
siempre hemos tenido…
Pero sólo
es la vida
abatida.
Sólo es enfermedad
mental
y visceral…
Recién
hoy día,
comienzo
a sanar de mi melancolía.
Ya
retornó la alegría
a la vida
mía
Humberto
Silva Morelli
Agosto
de 2013
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