Este poema lo escribí hace un par de semanas, cuando al llegar Bachellet a Chile, se inició la campaña presidencial y supe que debía votar por alguien, en nuestras próximas elecciones presidenciales… por alguien que al menos prometiera hacer lo que yo siento que hoy se debe hacer… después que la maldad, el odio, la ignorancia y todo lo que mi D"s no es… hicieran de las suyas en mis tierras. Cuando el odio, como un espíritu maligno y vestido con la oscuridad de la noche, mataba.
No deseo personificar nada porque creo que recién estamos mejorando de una terrible enfermedad que nos afectó a todos. Recién estamos perdiendo los miedos ancestrales que nos envolvieron, que nos paralizaron… que mataron nuestro corazón… nuestra razón… y encadenaron nuestra alma. Todos tuvimos miedos. Las víctimas y los verdugos.
Las víctimas tuvieron miedos de sus verdugos y los verdugos… muchos tuvieron miedo de caer en desgracia y ser víctimas… otros tuvieron miedos al comprender todo el dolor que ellos causaron… y finalmente los menos tuvieron el miedo que nace del arrepentimiento… del dolor que causa entender que uno es la fuente del mal.
Alguien puede preguntar… ¿Y los desquiciados qué aún hay? … No me cabe duda que ese es otro problema a resolver por nuestra sociedad.
Recién siento que el amor nuevamente está luchando por sus derechos y eso es lo hacen nuestros niños, los hijos de Chile. Y esas personitas sin prejuicios, sin intereses, y envueltas de amor, están triunfando. Esas personitas, que aún se están educando, nos están enseñando. Esas personitas, son las que de guaguas lloran, porque tienen hambre y porque sólo así saben pedir. Esas personitas, aún lloran porque son esas almas puras que sólo así saben pedir, rogar. Esas personitas que aún no conocen la hipocresía, nos están enseñando a ser lo que creemos ser y no somos. Pero lógicamente no les pedimos pedir soluciones, ellos sólo pueden llorar
Y yo… que con mis 85 años estoy terminando mi vida… pienso que técnicas de solución no faltan… lo que falta es ablandar el corazón de los privilegiados que tienen la enfermedad del dinero… la conocida enfermedad de “Rico Mac Pato” … la antigua enfermedad de Faraón y su Corte. Por eso yo votaré a favor de estas personitas. Votaré porque el amor vuelva a empapar a Chile, como una vez sucedió. Y aunque tenga que caminar 40 años en el desierto, votaré porque todos tengan el derecho a estudiar sin cortapisas, como sucedía cuando el diablo aquí metió su cola. Votaré porque todos puedan acceder a la salud, porque con salud D"s nos creó. Y finalmente votaré porque aún tengo esperanzas en la bondad del hombre. Mi único problema es que no se por quién votar. No se a quién darle un cheque en blanco para que me represente. Me he sentido engañado tantas veces que desconfío, hasta de los que dicen querer lo mismo que quiero yo. Yo desearía ver un compromiso formal y enmarcado con mis valores, dentro de un programa de acciones políticas y administrativas. Pero aún eso sería ilusión pura, si no se alcanza una mayoría en ambas cámaras legislativas, que sea igual o superior al 75%. La mayoría ya no sirve, sólo la casi unanimidad haría posible algún cambio serio. Sólo la casi unanimidad de su pueblo siguió a Moisés. Pero aquí no ha llegado Moisés. En un país donde el 84% de los que leen, no entienden lo que leen. En un país inculto, donde los que saben de cultura no la quieren repartir… ¿Cómo se puede conseguir una mayoría igual o mayor que 75 % para cambiar?
Estas son las razones por las que he escrito, esta carta para el candidato que va a ser electo Presidente de Chile… Me interesa que ese candidato, aunque no tenga la mayoría necesaria para hacer los cambios… de la pelea. Me interesa que ese candidato, desde el gobierno, demuestre su convicción democrática gobernando bien… gobernando para las mayorías… siendo honesto y exigiendo honestidad… y como Moisés… ante todos los problemas que pusieron los idólatras, debiera mostrar claramente quienes son los que detienen el cumplimiento de su programa. No es necesario afrontar para ser convincente. Pero no es tarea fácil. No es tarea fácil.
Y dentro de estas ideas… está lo que yo quisiera ver en mi Chile, y sólo por esto, mi ilusión ha escrito, esta…
No deseo personificar nada porque creo que recién estamos mejorando de una terrible enfermedad que nos afectó a todos. Recién estamos perdiendo los miedos ancestrales que nos envolvieron, que nos paralizaron… que mataron nuestro corazón… nuestra razón… y encadenaron nuestra alma. Todos tuvimos miedos. Las víctimas y los verdugos.
Las víctimas tuvieron miedos de sus verdugos y los verdugos… muchos tuvieron miedo de caer en desgracia y ser víctimas… otros tuvieron miedos al comprender todo el dolor que ellos causaron… y finalmente los menos tuvieron el miedo que nace del arrepentimiento… del dolor que causa entender que uno es la fuente del mal.
Alguien puede preguntar… ¿Y los desquiciados qué aún hay? … No me cabe duda que ese es otro problema a resolver por nuestra sociedad.
Recién siento que el amor nuevamente está luchando por sus derechos y eso es lo hacen nuestros niños, los hijos de Chile. Y esas personitas sin prejuicios, sin intereses, y envueltas de amor, están triunfando. Esas personitas, que aún se están educando, nos están enseñando. Esas personitas, son las que de guaguas lloran, porque tienen hambre y porque sólo así saben pedir. Esas personitas, aún lloran porque son esas almas puras que sólo así saben pedir, rogar. Esas personitas que aún no conocen la hipocresía, nos están enseñando a ser lo que creemos ser y no somos. Pero lógicamente no les pedimos pedir soluciones, ellos sólo pueden llorar
Y yo… que con mis 85 años estoy terminando mi vida… pienso que técnicas de solución no faltan… lo que falta es ablandar el corazón de los privilegiados que tienen la enfermedad del dinero… la conocida enfermedad de “Rico Mac Pato” … la antigua enfermedad de Faraón y su Corte. Por eso yo votaré a favor de estas personitas. Votaré porque el amor vuelva a empapar a Chile, como una vez sucedió. Y aunque tenga que caminar 40 años en el desierto, votaré porque todos tengan el derecho a estudiar sin cortapisas, como sucedía cuando el diablo aquí metió su cola. Votaré porque todos puedan acceder a la salud, porque con salud D"s nos creó. Y finalmente votaré porque aún tengo esperanzas en la bondad del hombre. Mi único problema es que no se por quién votar. No se a quién darle un cheque en blanco para que me represente. Me he sentido engañado tantas veces que desconfío, hasta de los que dicen querer lo mismo que quiero yo. Yo desearía ver un compromiso formal y enmarcado con mis valores, dentro de un programa de acciones políticas y administrativas. Pero aún eso sería ilusión pura, si no se alcanza una mayoría en ambas cámaras legislativas, que sea igual o superior al 75%. La mayoría ya no sirve, sólo la casi unanimidad haría posible algún cambio serio. Sólo la casi unanimidad de su pueblo siguió a Moisés. Pero aquí no ha llegado Moisés. En un país donde el 84% de los que leen, no entienden lo que leen. En un país inculto, donde los que saben de cultura no la quieren repartir… ¿Cómo se puede conseguir una mayoría igual o mayor que 75 % para cambiar?
Estas son las razones por las que he escrito, esta carta para el candidato que va a ser electo Presidente de Chile… Me interesa que ese candidato, aunque no tenga la mayoría necesaria para hacer los cambios… de la pelea. Me interesa que ese candidato, desde el gobierno, demuestre su convicción democrática gobernando bien… gobernando para las mayorías… siendo honesto y exigiendo honestidad… y como Moisés… ante todos los problemas que pusieron los idólatras, debiera mostrar claramente quienes son los que detienen el cumplimiento de su programa. No es necesario afrontar para ser convincente. Pero no es tarea fácil. No es tarea fácil.
Y dentro de estas ideas… está lo que yo quisiera ver en mi Chile, y sólo por esto, mi ilusión ha escrito, esta…
Carta para el candidato que va a ser Presidente
A ella o a él yo le quiero decir…
(Esto lo he escrito como poesía, porque así escribe el alma mía)
Sr(a). Presidente.
Yo no se si Ud. así lo siente.
Pero yo quisiera
que en Chile mi gente
viviera…
de otra manera.
Para empezar…
desearía que la escuela fuera
nuestro segundo hogar.
Que ella nos enseñara amar,
porque Chile nos ha amado
Que ella nos instruyera,
para escribir poesía…
porque mi vida florece día a día,
cuando mis palabras son creadas
a horcajadas
del alma mía.
Y sentiría
alegría…
si la escuela enseñara a dar
y perdonar…
porque todos hemos dado,
cuidado…
y exculpado.
Querría que la gente pensara….
razonara
y experimentara,
para aprender
a querer…
y entender
lo ignorado…
u olvidado
Quisiera
que la gente
aprendiera,
que leyendo…
la mente
vuela…
entendiendo
y concibiendo
lo diferente.
Como docente
quisiera…
que mi país se viera
libre
de prejuicios…
de vicios
y de dolor.
Quisiera que mi país vibre
dando amor.
Si no hay amor…
¿Cómo se puede quitar el dolor?
Por eso quisiera
un Estado Solidario,
donde uno sin ser millonario…
consiguiera…
lo necesario.
Creo
porque leo…
que la salud y el aprender…
todo eso debiera ser
pagado
por el Estado…
y así dar
la posibilidad de crecer…
de amar
de soñar
al chileno que a la vida despierte
para ser cuidado
y ser amado
hasta su muerte
Este cantar me lo enseñó la vida
y no es un consejo…
Sólo es una ilusión por mi sentida…
ahora que ya soy viejo.
Ya no quiero ver
animales
cazando gente
inocente…
como lo vi.
Ya no quiero ver
chacales
matando al amor…
y gozando con el dolor
como lo sentí.
Ya no quiero ver…
cadáveres botados
en el frío borde río…
porque fue así.
Ya no los quiero volver
a ver…
Pero esos u otros chacales…
Pero esos u otros animales…
Pero esos u otros criminales…
pueden reaparecer.
Sólo el amor los puede detener.
Sólo nos queda dar amor…
y enseñar
a dar
amor
para así lograr…
un Chile mejor
Y esto que mi alma siente… es lo único que yo le pido a mi futuro Presidente.
Humberto Silva Morelli
Al iniciarse en Chile la “Campaña Presidencial 2013”.
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