El Creador
puso el amor
la piedad
y la verdad…
en hombre y mujer…
para crecer
con nuestras manos…
como hermanos
en libertad.
Sólo eso está.
Sólo eso expresa
la belleza
de la Torah.
Si no quieres al mundo que te han dado…
Si no vives tu vida enamorado…
Si no has conocido
el amor que vive a tu lado.
No has sentido
la belleza de ser amado
Y como no has sabido vivir
vas a partir
perdido…
en el olvido.
Te vas a ir
sin haber nacido.
Unas letras para mis amigos…
son letras que deseaba escribir…
Queridos y lejanos amigos latinos de Rusia, de Europa, de Norte América, y … que aún sienten la soledad de la distancia, la soledad de la diferencia o sólo la soledad de la soledad… y que ven en mis escritos, letras que vibran, que emocionan con amor, y que te hacen sentir la belleza de la vida… aún dentro de la tristeza.
Queridos y cercanos hermanos americanos y de Chile en especial, que ven en mis letras mensajes de esperanza, incluso dentro del dolor que se vive en un mundo lleno de mezquindad… lleno de “Caínes”… donde sólo el que roba una gallina o te asalta en una esquina es un delincuente, pero al que roba o estafa al legalmente indefenso, o engaña a millones, a ese se le debe respeto.
Querido hermano que vive en este mundo global… donde se lucra con lo que nos dio el Creador para señorear. Donde se lucra con todo lo que no se debe lucrar porque es vida y es amor… amigos… ¡no se desanimen! Donde estén pueden dar amor y recibir amor, aún en medio del fango de la injusticia. Pero el amor, que necesita recibir tu alma… no es gratis… se conquista.
Un vez el pueblo vio que las tierras prometidas de Canaán estaban llenas de gigantes y tuvieron miedo. D's los entendió… los preparó y ellos aprendieron. Cuando estuvieron preparados volvieron y las conquistaron. Así es la vida. Todo depende de nosotros. De sentir siempre que nadie nos puede vencer. Cuando se pierde una lucha, nadie derrota la esperanza. Tu alma es invencible. Y la esperanza del alma se llama amor. Nadie te puede quitar el amor. El está en nuestro corazón y lo hace latir.
Amigos míos… gracias por sentir el amor que brilla en mi poesía.
Humberto Silva Morelli
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