GRACIAS… POR HABERME LEÍDO.

No se cómo ni por qué, sólo se que eso sucede. Para mi es muy curioso que mi blog, este blog, tenga hoy casi la misma cantidad de lectores, en Rusia y Estados Unidos que en Chile, donde me conocen… donde tengo amigos… donde escribo semanalmente para http://www.anajnu.cl/ y donde además me leen. Lo que también me llama la atención es que tengo lectores, casi de a uno, esparcidos por el ancho mundo. El casi de a uno, es lo que me llama la atención. ¿Cómo supieron de mi poesía en tantos países y casi de a uno?

La verdad es que este fenómeno, si es casi de a uno, o si se difunde entre grupos de amigos, carece de importancia… lo importante es que llego al corazón de muchos lejanos y desconocidos amigos. Porque esa es mi función. Porque esa debiera ser la función de todos los poetas, aunque sólo unos pocos la tengan o la hubieren tenido. La función de un poeta no es escribir rebuscadas y brillantes frases… la función de un poeta, es poder tocar tu corazón para llenarlo de amor. La poesía debe ser y debe llevar vida y amor. Y yo me siento feliz de haberlo hecho. Y yo me siento feliz de tener tanta alma pura y necesitada de amor… que me lee. Y no estoy feliz por mi. Estoy feliz por tener un real don que me ha permitido tocar vuestros corazones y darles a conocer un siempre vivo y presente amor, que está en todas las cosas. Que tienen todos los seres vivos, en mayor o menor proporción, pero lo tienen. Que lo tienen con muchas diferencias, pero lo tienen. Que lo tienen tapado por rumas de estiércol, pero siempre asoma. El amor es como todo lo nuestro, será mejor o peor que el ajeno, pero está y es posible cultivarlo y mejorarlo, como todo lo que poseemos.

Las historias de la Biblia, fueron las primeras poesías escritas. Puede que ellas no suenen como poesía, porque su traducción no tiene la profundidad de una poesía… pero tocan nuestro corazón como poesía. Puede que un cantar de amor escrito en una tablilla sumeria, no suene como poesía… pero es puro amor y amor es poesía.

Amigos lectores… gracias por difundir el amor que lleva mi poesía… gracias por difundir la verdad que lleva mi poesía... gracias por amar el amor, como yo lo hago día a día.

Gracias…

HUMBERTO.

P. S.

Pido disculpas a los amigos de Alemania, por no haberlos nombrado en el texto anterior. Posiblemente no son muchos los lectores de ese país, pero nunca he visto menos de uno diario y para ellos como para todos los no nombrados, también van mis agradecimientos. Y a todos no me canso de repetir: Gracias por difundir el amor que lleva mi poesía… gracias por difundir la verdad que lleva mi poesía... gracias por amar el amor, como yo lo hago día a día.

Gracias.