CARTA A MIS LECTORES
Estimados amigos de mi blog. En esta ocasión no les entregaré nuevos poemas, porque los niños, los hijos de mi pueblo quieren vivir su propia poesía y están luchando por ello. Ellos dicen luchar por una educación sin lucro y de calidad. Pero no es todo mi pueblo, el que lucha, el que entiende que no se puede lucrar con la educación. Sólo siento que alzan su voz los jóvenes que desean entender la vida dentro del amor. Los viejos sólo les dan razón y no todos ni a todo. Afortunadamente los jóvenes, son una gran mayoría, y ellos quieren una vida llena de poesía. Pero la democracia funciona bien, sólo cuando nadie molesta a los que mandan. Y los que mandan, son los que de siempre han mutilado las esperanzas de los indefensos, dando preferencia en todo, incluyendo educación, a los de su propia casta, grupo o como quiera se le llame… Porque clasistas, racistas, intolerantes y extremistas en todo sentido, en todas partes hay. A algunos de ellos incluso les molesta que un cualquiera se pueda educar. Como pueden apreciar este es un problema transversal donde no corren izquierdas ni derechas. Aquí, como en “Cambalache”, todo es igual. Por eso pondré en pantalla lo que yo he escrito sobre el tema en disputa…
el lucro en la educación.
Como viejo profesor, yo he visto mucho que no puedo probar. Muchos han visto lo mismo, pero con cristales diferentes se ven cosas diferentes y con intereses diferentes se recuerdan cosas diferentes. Así son la cosas… a veces lo que uno hace impacta al futuro, otras veces no. Lo que ahora sucede, es parte de lo que hicimos y lo hicimos mal. Para eso no se necesitan pruebas. No se necesitan pruebas para saber que la educación ha sacado al mundo de las tinieblas. No se necesitan pruebas para saber que la educación es el camino del amor. No se necesitan pruebas para saber que el amor es el valor moral más importante del hombre. No se necesitan pruebas para saber que el amor debe ser patrimonio de todos, y tanto es así, que el mundo siempre ha condenado, el dar amor previo pago en efectivo. Y por otro lado, dar amor nunca es gratis, siempre cuesta, pero compensa cuando uno recibe amor. Por eso creo que la educación no siendo gratis, debe ser dada gratis a todo el que sea capaz de aprender. Si ese el deber sentido de todos los padres, ¿por qué no es el deber sentido de Chile para sus hijos? Por todas estas razones, yo defenderé a todos los que sin haber tenido una cuna de oro, como no la tuvieron don Alonso de Ercilla y Zúñiga, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y millones más, incluyendo a mis padres biológicos, a ellos, que han tratado de hacer a Chile, una nación grande, poderosa y respetada. A todos ellos que son mis padres, que son nuestros padres. A todos ellos debemos honrarlos. Honrándolos a ellos, nosotros mismos nos honramos y honramos a Chile, dando amor.
Los jóvenes de hoy, están dando hoy una pelea que curiosamente ya ganaron, para la historia. Una pelea que ya ganaron para los hijos de sus hijos. A mi y muchísimos años atrás, me enseñaron que la palabra “torah” significa “enseñanza”, “pasado”, “ancestros”, “la ley que debemos respetar” y que por eso se escribe “La Torah” con mayúsculas, con respeto. Pero faltaba algo que recién aprendí: D's, mediante nuestros pasados iluminados por su amor, nos pide amarlo y amar a toda su creación. No dice más. El libro no necesita decir, lo que nosotros debemos descubrir. Para que un alma encarnada pueda abrir al mundo la chispa de amor que tenemos en nuestro corazón, hay que “educar” y ese es el nombre en español de la Torah.
EDUCAR es aprender a dar amor.
Esto tuvimos 5.500.- años a lo menos, para entenderlo. Hoy nuestros niños nos han enseñado lo que debíamos saber. Por eso digo mil veces y repetiré mil veces más, ellos ya ganaron el mañana… el hoy… no lo se.
Esta carta la continuaré publicando, pero agregando algunos artículos donde deseo expresar lo que siento ante esta lucha, que equivocada o no es de puro amor. Si hiero a alguien esa no ha sido ni será mi intención. Pero si alguien se enoja dentro de una porfía que no se relaciona con el amor, sólo lo trataré de convencer. Hay personas que necesitan amor para ser convencidas, y a ellas trataré de darles amor. Otros necesitan razones ¿materiales?, trataré de darlas. Otros necesitan números… también los daré. Pero paciencia, esta es una nueva lectura de lo que “El Dios de Todos los Hombres y para Todos los Hombres” le dijera a Moisés en el Sinaí. EL ya sabía que muchas veces una explicación innecesaria para el corazón, es oscuridad para la razón.
Gracias.
Humberto Silva Morelli.
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