Señor,
te lo pide mi corazón enamorado
Siento su dolor…
Siento que ella
no desea partir…
Siento que ella
no me quiere dejar…
Siento su amor
para vivir.
Siento que su
vida es amar
y ser amada.
Siento que su
vida es besar
y ser besada.
Y siento que mi
vida es bella…
sólo por ella.
Yo tampoco la quiero
dejar…
partir.
Yo tampoco puedo
matar…
mi existir.
Sólo puedo
esperar
para volver a
vivir.
Sólo puedo
llorar…
Sólo puedo
rezar…
Sólo puedo
rogar…
Y esperar.
Señor, déjala a
mi lado
sanando…
Señor, mi
corazón enamorado…
Te lo pide llorando
y rogando…
¡Sólo porque
ella me quiere!…
¡Miserere!
Escrito en días anteriores
al
día de mi esperanza…
confianza…
y
tremendo dolor.
21
de febrero de 2014
¡Te estoy rogando… Señor!
(Lo
sentí ayer, cuando Ruthy entró a cirugía)
Estoy pasando
los mismos
dolores
de amor…
que antaño pasé.
Los mismos
terrores
con que ya
agonicé.
Nuevamente estoy
llorando.
Nuevamente Te
estoy rogando…
para salvar a mi amor.
Nuevamente estoy
pidiendo.
Estoy orando
y muriendo
para ayudar a mi
amada.
Para aliviar el
dolor
de mi dulce
enamorada.
Nuevamente
Señor…
te estoy
implorando…
te estoy rogando…
salvar a mi
amor.
Nuevamente
Señor…
estoy sufriendo…
y pidiendo…
¡No la dejes
abandonada!
¡Hazla vivir!
¡Hazla sentir
que sigue siendo
amada!
Que sigue siendo
cuidada
por Ti
y por mi.
No es mucho lo
que Te estoy pidiendo…
¡Señor!
Piensa que ahora
yo estoy muriendo…
¡sólo de amor!
Epílogo…
(Hoy es 5 de marzo, y son
las 08.00 h… después de lo que me dijeron en la UCI del Instituto del Tórax,
escribí…)
Gracias Señor
por habernos escuchado.
Gracias Señor
por habernos amado.
Gracias Señor
por
habernos ayudado…
dándonos a Ruthy
y a mi… tu amor.
P.S.
Hoy a las 17.00 la podré entrar a ver.
Posiblemente la miraré y de lejos la besaré.
Gracias amigos nuestros, por estar a
nuestro lado.
Gracias.
Amor mío…
¡Qué valiente
has sido!
…
¡Cuánto señorío
has tenido!
¡Cuánto me has
querido!
¡Ni siquiera un
quejido…
ni un gemido…
para aliviar
tu dolor!
Muy grande es tu
amor…
para evitar
mi sufrir…
con tu padecer.
Para embotar
mi sentir…
por tu doler.
Porque aún
yacente
eres valiente…
para quererme…
y protegerme
así…
aquí…
y a mi.
¡Corazón mío!
¡Amor mío!
¡Cuánto me has
querido!
¡Qué hermosa has
sido!
¡Qué bella alma
te han dado…
que ha recibido…
ha amado…
y ha besado…
a este corazón
enamorado!
Para mi Ruthy…
hoy convaleciente de una operación a corazón abierto. Para ella, que recién
comienza a recobrar las fuerzas perdidas por su larga e insidiosa enfermedad… y
a sólo dos días de haber sido operada (03/03/2013).
A Ruthy… hoy
se le efectuó una resonancia magnética y se observó el perfecto funcionamiento
de las válvulas cardíacas y algo más, recién colocadas por el Dr. Eduardo Turner. ¡Usted no sabe Dr…
cuán agradecido le estoy! Usted ha salvado una vida… y según nuestras
tradiciones expresadas en el Talmud, que dice… “Aquel que salva una vida, es como
si salvase al mundo entero”… Usted con su espíritu y sus manos, ha contribuido
dando esa luz que necesita nuestro mundo. Nuevamente… ¡Gracias Dr.!
Humberto
Silva Morelli
05
de marzo de 2014
(en
la noche).
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