lunes, 21 de enero de 2013

Chochería




Cuando existían los e-mails, en Chile vivía un poeta que tenía un bisnieta llamada Tamar. Ella era una dulce y bonita chiquita, de cómo diez años… no más. De las bisnietas de ese abuelo. este fue el primer regalo que le trajo el cielo, con amor… Ella, era bella como una estrella. Ella era la primera de las bisnietas que yo tendría… y era tan dulce como dulce es la luz del día al iluminar, el dulce fruto de palmera llamado “tamar”. La nieta y el poeta se entendían por e-mail. Ella hablaba de sus muñecas y le decía donde iba y cómo estaba. El le respondía... tratando de darle amor.

Ese viejo poeta que le escribía a su nieta… era yo. Y esta historia se inició, un día arcano de un hermoso verano… cuando ella me escribió… y no fue sólo para mi… tres líneas que decían así:

“hola amigos
estoy en israel
en la ciudad vieja”

Y yo le contesté:

“Si te mando un beso… ¿Crees que te puede llegar?
te lo mandé con mucho amor.
¿Me avisas si te llegó?
Tu Alter Yeye.”

Al rato, ese mismo día, ella me respondió y escuetamente dijo:

"si me llegó”

Curiosamente en este intercambio de mails, yo abrí mi alma… ella la vio y me mostró la suya, clara y pura como la luz,. Me mostró un alma, tan tierna e inocente, que la sentí como recién salida de los jardines del Señor. Todo puede haber sido imaginación mía nacida del amor, pero si lo que yo creo no fuere así, no creo que ella hubiera respondido, ese simple y bello escrito…“si me llegó”. Entonces mi alma escribió un poema que espero ella lo tenga mientras dure su vivir. Este poema, ella hoy lo leerá y su alma se alegrará. Con el paso de los años ella lo irá viendo y entendiendo cada vez en forma más diferente… y calará cada más profundamente en su almita. Y cada vez ella se sentirá más acompañada por sus palabras y me recordará porque yo ya no estaré.

Hoy te escribo Matías, nieto mío y papá de Tamar, para pedirte que bajes de la Internet el poema que yo le envié a Tamar, contándole lo que mi alma sintió. Y además te pido, que tú le guardes este poema a Tamar porque ella lo va a perder en varias ocasiones mientras crece y si tu lo tienes… tú se lo puedes volver a dar.

Un beso para ti y todos los tú, con felicidades y un shalom que sale del corazón.

Humberto Silva Morelli
Alter Yeye de Tamar
y de todas tus otras bellezas.







Una de mis biznietas




La mayor…
Una de mis biznietas
chiquitas
coquetas
y bonitas…
me escribió
con amor:


“Estoy en Israel…
en la ciudad vieja.”


Y mi corazón escuchó…


Estoy en una linda calleja
de esa tierra de leche y miel.


Mi corazón sin esperar
respondió:


“Si te mando un beso
¿Crees que te puede llegar? …
¿Y me avisas si te llegó?”


Esperé su mail de regreso
que simplemente decía:


“Si Yeye… Me llegó.”


Mientras su alma me miraba…
yo lo recibía.


Mientras un ángel me lo daba…
yo lo leía.


Mientras mi alma lloraba
también reía.


Gracias… nietecita mía.
Gracias… mi pequeña poesía.




De tu Alter Yeye .
Humberto Silva Morelli .
Enero de 2013 .. .







1 comentario:

  1. Muy linda historia y poema Yeyito. Esa niña es de una enorme dulzura. No me cabe duda que guardará tu poema por muchos años y con mucho amor.

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